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Levítico 15:21 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

21 Todo el que toque la cama de esa mujer deberá lavarse la ropa y bañarse, y quedará impuro hasta el anochecer.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

21 Y cualquiera que tocare su cama, lavará sus vestidos, y después de lavarse con agua, será inmundo hasta la noche.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

21 Si alguien llega a tocar la cama de la mujer, tendrá que lavar su ropa y bañarse con agua, y permanecerá impuro hasta el anochecer.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

21 Quien toque su cama deberá lavar sus vestidos y luego bañarse, y permanecerá impuro hasta la tarde.

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La Biblia Textual 3a Edicion

21 Cualquiera que toque el lecho de ella, lavará sus vestidos, se bañará en agua y quedará impuro hasta la tarde.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

21 Quien toque su cama, lavará sus vestidos, se bañará y será impuro hasta la tarde.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

21 Y cualquiera que tocare a su cama, lavará sus vestiduras, y después de lavarse con agua, será inmundo hasta la tarde.

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Levítico 15:21
9 Referencias Cruzadas  

El Señor de los Ejércitos me reveló al oído: «No se te perdonará este pecado hasta el día de tu muerte. Lo digo yo, el Señor, el Señor de los Ejércitos».


»Ustedes quedarán impuros por lo siguiente: »Todo el que toque el cadáver de esos animales quedará impuro hasta el anochecer.


»Todo aquello sobre lo que ella se acueste mientras dure su período menstrual quedará impuro. Todo aquello sobre lo que ella se siente durante su período menstrual quedará impuro.


Todo el que toque algún objeto donde ella se haya sentado, deberá lavarse la ropa y bañarse; además quedará impuro hasta el anochecer.


Todo lo que el impuro toque quedará impuro y quien lo toque a él también quedará impuro hasta el anochecer».


Como tenemos estas promesas, queridos hermanos, purifiquémonos de todo lo que contamina el cuerpo y el espíritu, para completar en el temor de Dios la obra de nuestra santificación.


Si así fuera, Cristo habría tenido que sufrir muchas veces desde la creación del mundo. Al contrario, ahora, al final de los tiempos, se ha presentado una sola vez y para siempre a fin de acabar con el pecado mediante el sacrificio de sí mismo.


—Eso tú lo sabes, mi señor —respondí. Él me dijo: —Aquellos son los que están saliendo de la gran tribulación; han lavado y blanqueado sus túnicas en la sangre del Cordero.


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