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Jueces 9:23 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

23 cuando Dios interpuso un espíritu maligno entre Abimélec y los habitantes de Siquén, quienes lo traicionaron.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

23 envió Dios un mal espíritu entre Abimelec y los hombres de Siquem, y los de Siquem se levantaron contra Abimelec;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

23 Dios envió un espíritu que generó conflictos entre Abimelec y los ciudadanos prominentes de Siquem, quienes finalmente se rebelaron.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

23 Pero Dios envió un espíritu de discordia entre Abimelec y los habitantes de Siquem, y éstos traicionaron a Abimelec.

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La Biblia Textual 3a Edicion

23 Luego ’Elohim suscitó un espíritu maligno entre Abimelec y los señores de Siquem, de modo que los señores de Siquem traicionaron a Abimelec,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 Pero Dios mandó un espíritu malo de discordia entre Abimélec y los principales de Siquén, hasta el punto de que éstos traicionaron a Abimélec.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

23 Entonces Dios envió un mal espíritu entre Abimelec y los hombres de Siquem. Y los hombres de Siquem traicionaron a Abimelec;

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Jueces 9:23
15 Referencias Cruzadas  

Y, como el rey no escuchó al pueblo, las cosas tomaron este rumbo por voluntad del Señor. Así se cumplió la palabra que el Señor había comunicado a Jeroboán, hijo de Nabat, por medio de Ahías el silonita.


Y, como el rey no escuchó al pueblo, las cosas tomaron este rumbo por voluntad de Dios. Así se cumplió la palabra que el Señor había comunicado a Jeroboán, hijo de Nabat, por medio de Ahías el silonita.


El Señor ha infundido en ellos un espíritu de desconcierto. En todo lo que hace Egipto le han hecho perder el rumbo. Como un borracho en su vómito, Egipto se tambalea.


«Incitaré a egipcio contra egipcio; luchará hermano contra hermano, amigo contra amigo, ciudad contra ciudad, reino contra reino.


¡Ay de ti, destructor, que no has sido destruido! ¡Ay de ti, traidor, que no has sido traicionado! Cuando dejes de destruir, te destruirán; cuando dejes de traicionar, te traicionarán.


Porque tal como juzguen se les juzgará, y con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes.


Si un reino está dividido contra sí mismo, ese reino no puede mantenerse en pie.


Y si no, habitantes de Siquén y Bet Miló, ¡que salga fuego de Abimélec y los consuma a ustedes y que salga fuego de ustedes y consuma a Abimélec!».


Abimélec había ya gobernado a Israel tres años


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