Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Jueces 3:20 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

20 Entonces Aod se acercó al rey, que estaba sentado solo en la habitación del piso superior de su palacio de verano, y le dijo: —Tengo un mensaje de Dios para usted. Cuando el rey se levantó de su trono,

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

20 Y se le acercó Aod, estando él sentado solo en su sala de verano. Y Aod dijo: Tengo palabra de Dios para ti. Él entonces se levantó de la silla.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

20 Así que Aod se acercó a Eglón, quien estaba sentado solo en una habitación fresca de la planta alta, y le dijo: «¡Tengo un mensaje de Dios para usted!». Cuando el rey Eglón se levantó de su asiento,

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

20 Entonces Ehud se acercó a él, mientras estaba sentado en la pieza alta, tomando el fresco en sus departamentos privados. Ehud dijo: 'Es un mensaje de Dios que tengo para ti'. Entonces el rey se levantó de su silla.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

20 Entonces Aod fue a él estando sentado solo en su sala de verano. Y Aod dijo: Tengo palabra de Dios para ti. Y él se levantó del trono.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 Entonces Ehúd se dirigió hacia él, que estaba sentado en la cámara alta, fresca, reservada exclusivamente para él. Ehúd le dijo: 'Tengo para ti un mensaje de parte de Dios'. El rey se levantó de su asiento.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

20 Y se acercó Aod a él, el cual estaba sentado solo en una sala de verano. Y Aod dijo: Tengo palabra de Dios para ti. Él entonces se levantó de su silla.

Ver Capítulo Copiar




Jueces 3:20
11 Referencias Cruzadas  

«Ve y dile a David que así dice el Señor: “Te doy a escoger entre estos tres castigos: dime cuál de ellos quieres que te imponga”».


Esdras, a quien la gente podía ver porque él estaba en un lugar más alto, abrió el libro y todo el pueblo se puso de pie.


Tributen al Señor, seres celestiales; tributen al Señor la gloria y el poder.


¿Quién no te temerá, Rey de las naciones? ¡Es lo que te corresponde! Entre todos los sabios de las naciones, y entre todos los reinos, no hay nadie como tú.


Era el mes noveno, por eso el rey estaba en su casa de invierno, sentado junto a un brasero encendido.


Derribaré tanto la casa de invierno como la de verano; serán destruidas las casas adornadas de marfil y serán demolidas muchas mansiones», afirma el Señor.


La voz del Señor clama a la ciudad y es de sabios temer a su nombre: «¡Escuchen, pueblo de Judá y asamblea de la ciudad!


Entonces Balán pronunció su mensaje: «Levántate, Balac, y escucha; óyeme, hijo de Zipor.


Pero luego se regresó desde las imágenes de piedra que estaban cerca de Guilgal y dijo: —Majestad, tengo un mensaje secreto para usted. —¡Silencio! —ordenó el rey. Y todos sus servidores se retiraron de su presencia.


Aod extendió la mano izquierda, sacó el puñal que llevaba en el muslo derecho y se lo clavó al rey en el vientre.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos