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Jueces 11:8 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

8 Los jefes de Galaad dijeron: —Por eso ahora venimos a verte. Ven con nosotros a luchar contra los amonitas y serás el líder de todos los que vivimos en Galaad.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

8 Y los ancianos de Galaad respondieron a Jefté: Por esta misma causa volvemos ahora a ti, para que vengas con nosotros y pelees contra los hijos de Amón, y seas caudillo de todos los que moramos en Galaad.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 —Porque te necesitamos —contestaron los ancianos—. Si marchas al frente de nosotros a la batalla contra los amonitas, te proclamaremos gobernante de todo el pueblo de Galaad.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Los ancianos de Galaad dijeron a Jefté: 'Precisamente por eso nos hemos dirigido a ti ahora, para que marches al frente de nosotros y combatas a los amonitas; queremos hacerte jefe de todos los habitantes de Galaad'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Entonces los ancianos de Galaad dijeron a Jefté: Por esto precisamente nos tornamos ahora a ti, para que vengas con nosotros y luches contra los hijos de Amón y nos sirvas por caudillo a todos los habitantes de Galaad.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Pero los ancianos de Galaad le dijeron: 'Hemos vuelto a ti precisamente ahora, para que vengas con nosotros a pelear contra los amonitas y seas nuestro jefe y el de todos los habitantes de Galaad'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

8 Y los ancianos de Galaad respondieron a Jefté: Por esta misma causa volvemos ahora a ti, para que vengas con nosotros, y pelees contra los hijos de Amón, y nos seas cabeza a todos los que moramos en Galaad.

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Jueces 11:8
8 Referencias Cruzadas  

Entonces el rey dijo al hombre de Dios: —¡Apacigua al Señor tu Dios! ¡Ora por mí, para que se me cure el brazo! El hombre de Dios suplicó al Señor y al rey se le curó el brazo, quedándole como antes.


Yo les pido que perdonen mi pecado una vez más, y que rueguen por mí al Señor su Dios, para que por lo menos aleje de donde yo estoy esta plaga mortal».


El faraón respondió: —Voy a dejarlos ir para que ofrezcan sacrificios al Señor su Dios en el desierto, con tal de que no se vayan muy lejos y de que rueguen a Dios por mí.


Entonces el faraón mandó llamar a Moisés y a Aarón y les dijo: —Ruéguenle al Señor que aleje las ranas de mí y de mi pueblo, y yo dejaré ir al pueblo para que le ofrezca sacrificios.


No voy a detenerlos más tiempo; voy a dejarlos ir. Pero rueguen al Señor, que truenos y granizo los hemos tenido de sobra.


Los líderes y el pueblo de Galaad se dijeron el uno al otro: «El que inicie el ataque contra los amonitas será el líder de todos los que viven en Galaad».


Jefté respondió: —Si me llevan con ustedes para luchar contra los amonitas y el Señor me los entrega, entonces de veras seré el líder de ustedes.


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