Juan 9:28 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

²⁸ Entonces lo insultaron y dijeron: —¡Discípulo de ese lo serás tú! ¡Nosotros somos discípulos de Moisés!

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

²⁸ Y le injuriaron, y dijeron: Tú eres su discípulo; pero nosotros, discípulos de Moisés somos.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁸ Entonces ellos lo insultaron y dijeron: —Tú eres su discípulo, ¡pero nosotros somos discípulos de Moisés!

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁸ Entonces comenzaron a insultarlo. 'Tú serás discípulo suyo. Nosotros somos discípulos de Moisés.

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁸ Y lo insultaron y dijeron: ¡Tú eres discípulo suyo, pero nosotros somos discípulos de Moisés!

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁸ Pero ellos lo llenaron de improperios y le dijeron: '¡Tú serás discípulo de ése, que nosotros somos discípulos de Moisés!

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

²⁸ Entonces le injuriaron, y dijeron: Tú eres su discípulo; pero nosotros discípulos de Moisés somos.

Juan 9:28 Referencias Cruzadas

Isaías 51:7

»Escúchenme, ustedes que conocen lo que es recto; pueblo que lleva mi Ley en su corazón: No teman el reproche de los hombres ni se desalienten por sus insultos,

Mateo 27:39

Los que pasaban meneaban la cabeza y blasfemaban contra él:

Mateo 5:11

»Dichosos serán ustedes cuando por mi causa la gente los insulte, los persiga y levante contra ustedes toda clase de calumnias.

Juan 7:19

¿No les ha dado Moisés la Ley a ustedes? Sin embargo, ninguno de ustedes la cumple. ¿Por qué tratan entonces de matarme?

Juan 9:34

Ellos replicaron: —Tú, que naciste sumido en pecado, ¿vas a darnos lecciones? Y lo expulsaron.

Romanos 2:17

Ahora bien, tú que llevas el nombre de judío, que dependes de la Ley y te jactas de tu relación con Dios;

1 Corintios 4:12

Con estas manos trabajamos duro. Si nos maldicen, bendecimos; si nos persiguen, lo soportamos;

1 Corintios 6:10

ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los calumniadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios.

1 Pedro 2:23

Cuando proferían insultos contra él, no replicaba con insultos; cuando padecía, no amenazaba, sino que confiaba en aquel que juzga con justicia.