Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Josué 7:7 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

7 Josué reclamó a Dios: —Señor y Dios, ¿por qué hiciste que este pueblo cruzara el Jordán y luego lo entregaste en manos de los amorreos para que lo destruyeran? ¡Mejor nos hubiéramos quedado al otro lado del río!

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

7 Y Josué dijo: ¡Ah, Señor Jehová! ¿Por qué hiciste pasar a este pueblo el Jordán, para entregarnos en las manos de los amorreos, para que nos destruyan? ¡Ojalá nos hubiéramos quedado al otro lado del Jordán!

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Entonces Josué clamó: —Oh Señor Soberano, ¿por qué nos hiciste cruzar el río Jordán si vas a dejar que los amorreos nos maten? ¡Si tan solo nos hubiéramos conformado con quedarnos del otro lado!

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Josué dijo entonces: '¡Ay! ¡Señor Yavé! ¿Para qué hiciste que este pueblo atravesara el Jordán? ¿Fue acaso para entregarnos en manos de los amoreos y hacernos morir? ¿Por qué no nos quedamos mejor al otro lado del Jordán?'

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

7 Y dijo Josué: ¡Ah, Adonay YHVH! ¿Por qué hiciste pasar° el Jordán a este pueblo para entregarnos en mano del amorreo para destruirnos? ¡Ojalá nos hubiéramos propuesto habitar al otro lado del Jordán!

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Decía Josué: '¡Ay, Señor mío, Yahveh! ¿Por qué has hecho que este pueblo pasara a este lado del Jordán, para entregarnos en manos de los amorreos y destruirnos? ¡Ojalá hubiéramos decidido quedarnos al otro lado del Jordán!

Ver Capítulo Copiar

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

7 Y Josué dijo: ¡Ah, Señor Jehová! ¿Por qué hiciste pasar a este pueblo el Jordán, para entregarnos en las manos de los amorreos y que nos destruyan? ¡Mejor nos hubiéramos quedado al otro lado del Jordán!

Ver Capítulo Copiar




Josué 7:7
19 Referencias Cruzadas  

—¡Ay! —exclamó el rey de Israel—. ¡El Señor ha reunido a tres reyes para entregarlos en manos de los moabitas!


En mi angustia llegué a decir: «Todos son unos mentirosos».


—¡Cómo quisiéramos que el Señor nos hubiera quitado la vida en Egipto! —les decían los israelitas—. Allá nos sentábamos en torno a las ollas de carne y comíamos pan hasta saciarnos. ¡Ustedes nos han traído a este desierto para matar de hambre a toda la comunidad!


Pero los israelitas estaban sedientos, y murmuraron contra Moisés. —¿Para qué nos sacaste de Egipto? —reclamaban—. ¿Solo para matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestro ganado?


El Señor no fue capaz de llevar a este pueblo a la tierra que juró darles, ¡y acabó matándolos en el desierto!


¿Para qué nos ha traído el Señor a esta tierra? ¿Para morir atravesados por la espada y que nuestras esposas y nuestros niños se conviertan en botín de guerra? ¿No sería mejor que volviéramos a Egipto?».


—¡Ah, generación incrédula y malvada! —respondió Jesús—. ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganme acá al muchacho.


—Por la poca fe que tienen —respondió—. Les aseguro que si tuvieran fe tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a esta montaña: “Trasládate de aquí para allá” y se trasladaría. Para ustedes nada sería imposible.


Y ya han olvidado por completo las palabras de aliento que como a hijos se les dirigen: «Hijo mío, no tomes a la ligera la disciplina del Señor ni te desanimes cuando te reprenda,


Ante esto, Josué rompió sus ropas y se postró rostro en tierra ante el arca del Señor y permaneció allí hasta la tarde. Los jefes de Israel hicieron lo mismo y echaron ceniza sobre su cabeza.


Dime, Señor, ¿qué puedo decir ahora que Israel ha huido de sus enemigos?


pues habían subido a llorar en presencia del Señor hasta el anochecer y le habían consultado: —¿Debemos subir y volver a luchar contra los de Benjamín, nuestros hermanos? Y el Señor les había contestado: —Suban contra ellos.


Cuando el ejército regresó al campamento, los jefes de Israel dijeron: «¿Por qué nos ha derrotado hoy el Señor por medio de los filisteos? Traigamos el arca del pacto del Señor, que está en Siló, para que nos acompañe y nos salve del poder de nuestros enemigos».


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos