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Josué 10:10 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

10 A su vez, el Señor llenó de pánico a los amorreos ante la presencia del ejército israelita, y este les infligió una tremenda derrota en Gabaón. A los que huyeron los persiguieron por el camino que sube a Bet Jorón, y acabaron con ellos por la vía que va a Azeca y Maquedá.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

10 Y Jehová los llenó de consternación delante de Israel, y los hirió con gran mortandad en Gabaón; y los siguió por el camino que sube a Bet-horón, y los hirió hasta Azeca y Maceda.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 El Señor llenó de pánico a los amorreos, y los israelitas masacraron a un gran número de ellos en Gabaón. Después persiguieron a sus enemigos por el camino que lleva a Bet-horón y los fueron matando a lo largo de toda la ruta a Azeca y Maceda.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Yavé les provocó el desastre ante Israel y les infligió una gran derrota en Gabaón. Josué los persiguió por el camino que sube a Bet-Horón y los acosó hasta Azecá y Maquedá.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Y YHVH los aterrorizó ante Israel, el cual los hirió con gran estrago en Gabaón, persiguiéndolos por el camino que sube a Bet-horón, y los hirió hasta Azeca y Maceda.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Yahveh les infundió pánico a la vista de Israel, que les infligió una gran derrota en Gabaón, los persiguió camino de la cuesta de Bet Jorón y los batió hasta Azecá y Maquedá.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

10 Y Jehová los turbó delante de Israel, y los hirió con gran mortandad en Gabaón; y los siguió por el camino que sube a Bet-horón, y los hirió hasta Azeca y Maceda.

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Josué 10:10
29 Referencias Cruzadas  

Lanzó flechas y dispersó a los enemigos; con relámpagos los desconcertó.


Por eso Salomón reconstruyó las ciudades de Guézer, Bet Jorón la de abajo,


El Señor derrotó a los cusitas cuando estos lucharon contra Asá y Judá. Los cusitas huyeron,


Mientras esto sucedía, las tropas que Amasías había dado de baja se lanzaron contra las ciudades de Judá. Luego, desde Samaria hasta Bet Jorón, mataron a tres mil personas y se llevaron un enorme botín.


Lanzó sus flechas y dispersó a los enemigos; con relámpagos los desconcertó.


Porque no fue su espada la que conquistó la tierra ni fue su brazo el que les dio la victoria: fue tu brazo, tu mano derecha; fue la luz de tu rostro, porque tú los amabas.


Cuando el Todopoderoso puso en fuga a los reyes de la tierra, parecían copos de nieve cayendo sobre la cumbre del Zalmón.


Al paso de los israelitas expulsó naciones, cuyas tierras dio a su pueblo como herencia; ¡así estableció en sus tiendas a las tribus de Israel!


Sí, el Señor se levantará como en el monte Perasín, se moverá como en el valle de Gabaón; para llevar a cabo su extraña obra, para realizar su insólita tarea.


El Señor hará oír su majestuosa voz; su brazo descenderá con rugiente ira y llama de fuego consumidor; con aguacero, tormenta y granizo.


Mientras tanto, el ejército del rey de Babilonia estaba combatiendo contra Jerusalén y contra las ciudades de Judá que aún quedaban: Laquis y Azeca. Porque solo quedaban esas ciudades de las fortificadas en Judá.


Entonces saldrá el Señor y peleará contra aquellas naciones, como cuando pelea en el día de la batalla.


El Señor tu Dios entregará a esas naciones en tus manos y las llenará de gran confusión hasta destruirlas.


Mientras los amorreos huían de Israel, por la bajada entre Bet Jorón y Azeca, el Señor mandó del cielo una tremenda granizada que mató a más gente de la que el ejército israelita había matado a filo de espada.


Ese mismo día Josué tomó Maquedá y mató a filo de espada a su rey y a todos sus habitantes; ¡nadie quedó con vida! Y al rey de Maquedá le sucedió lo mismo que al rey de Jericó.


Después de marchar toda la noche desde Guilgal, Josué los atacó por sorpresa.


El Señor los entregó en manos de los israelitas, quienes los atacaron y persiguieron hasta la gran ciudad de Sidón, y hasta Misrefot Mayin y el valle de Mizpa al este, y no quedaron sobrevivientes.


el rey de Maquedá, el rey de Betel,


Jarmut, Adulán, Soco, Azeca,


Guederot, Bet Dagón, Noamá y Maquedá, es decir, dieciséis ciudades con sus aldeas.


descendía hacia el oeste al territorio de los jafletitas hasta la región de Bet Jorón de Abajo y Guézer, y terminaba en el mar Mediterráneo.


Este es el territorio que recibieron la tribu de Efraín y sus respectivos clanes: En el lado oriental sus límites se extendían desde Atarot Adar hasta Bet Jorón de Arriba


Quibsayin y Bet Jorón, es decir, cuatro poblaciones con sus campos de pastoreo.


Ante el avance de Barac, el Señor desbarató a Sísara a filo de espada, con todos sus carros y su ejército, a tal grado que Sísara saltó de su carro y huyó a pie.


Barac persiguió a los carros y al ejército hasta Jaroset Goyim. Todo el ejército de Sísara cayó a filo de espada; no quedó nadie con vida.


Desde los cielos lucharon las estrellas, desde sus senderos lucharon contra Sísara.


otro, por Bet Jorón; y el tercero, por la frontera del valle de Zeboyín, en dirección al desierto.


Los filisteos reunieron sus ejércitos para la guerra, concentrando sus fuerzas en Soco, pueblo de Judá. Acamparon en Efesdamín, situado entre Soco y Azeca.


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