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Jeremías 9:19 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

19 Desde Sión se escuchan quejidos y lamentos: “Hemos sido devastados; nos han avergonzado por completo. Tenemos que abandonar nuestra tierra, porque han derribado nuestras casas”».

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

19 Porque de Sion fue oída voz de endecha: ¡Cómo hemos sido destruidos! En gran manera hemos sido avergonzados, porque abandonamos la tierra, porque han destruido nuestras moradas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

19 Escuchen a los habitantes de Jerusalén llorando desesperados: “¡Estamos arruinados! ¡Estamos totalmente humillados! Tenemos que abandonar nuestra tierra, porque derribaron nuestras casas”».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

19 Ustedes, mujeres, escuchen la palabra de Yavé, reciban sus oídos la palabra de su boca, enseñen a sus hijas este canto fúnebre, y, unas a otras, esta lamentación:

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La Biblia Textual 3a Edicion

19 Porque de Sión fue oída voz de endecha: ¡Cómo hemos sido destruidos! ¡Cómo hemos sido avergonzados! Hemos tenido que abandonar la tierra, Y nuestras moradas han sido destruidas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 Escuchad, pues, mujeres, la palabra de Yahveh, y reciba vuestro oído la palabra de su boca; enseñad a vuestras hijas el lamento y unas a otras la elegía:

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Jeremías 9:19
20 Referencias Cruzadas  

Mujeres indolentes, ¡levántense y escúchenme! Hijas que se sienten tan confiadas, ¡presten atención a lo que voy a decirles!


El Señor me dijo: «Aunque Moisés y Samuel se presentaran ante mí, no tendría compasión de este pueblo. ¡Échalos de mi presencia! ¡Que se vayan!


¿Acaso es Israel un esclavo? ¿Nació en la esclavitud? ¿Por qué entonces se ha convertido en presa?


¡Mírenlo avanzar como las nubes! ¡Sus carros de guerra parecen un huracán! ¡Sus caballos son más veloces que las águilas! ¡Ay de nosotros! ¡Estamos perdidos!


Un desastre llama a otro desastre; toda mi tierra está devastada. De repente fueron destruidas las cortinas y las tiendas donde habito.


Los echaré de mi presencia, así como eché a todos sus hermanos, a toda la descendencia de Efraín”.


¿Pero es a mí al que ofenden? —afirma el Señor—, ¿No se ofenden a sí mismos para su propia vergüenza?


»”Córtate la cabellera y tírala; eleva tu lamento en las lomas desoladas, porque el Señor ha rechazado y abandonado a la generación que provocó su ira.


«¡Largo de aquí, impuros!», les grita la gente. «¡Fuera! ¡Fuera! ¡No nos toquen!». El pueblo de otras naciones paganas les dice: «Son unos vagabundos que andan huyendo. No pueden quedarse aquí más tiempo».


Nuestra heredad ha caído en manos extrañas; nuestro hogar, en manos de extranjeros.


«Hijo de hombre, dedícale este lamento a Tiro,


y aun la tierra misma se contaminó. Por eso la castigué por su perversidad y ella vomitó a sus habitantes.


Si ustedes contaminan la tierra, ella los vomitará como vomitó a las naciones que la habitaron antes que ustedes.


»Cumplan todos mis estatutos y leyes; obedézcanlas, para que no los vomite la tierra adonde los llevo a vivir.


¡Levántense! ¡Pónganse en marcha, que este no es un lugar de reposo! ¡Está contaminado, destruido sin remedio!


En aquel día se les hará burla, y se les cantará este lamento: “¡Estamos perdidos! Se están repartiendo los campos de mi pueblo. ¡Cómo me los arrebatan! Nuestra tierra se la reparten los traidores”».


En pleno día andarás a tientas como ciego en la oscuridad. Fracasarás en todo lo que hagas; día tras día serás oprimido; te robarán y no habrá nadie que te socorra.


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