Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Jeremías 41:5 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

5 llegaron de Siquén, Siló y Samaria ochenta hombres con la barba afeitada, la ropa rasgada y el cuerpo lleno de cortaduras que ellos mismos se habían hecho. Traían ofrendas de cereales e incienso para presentarlas en el Templo del Señor.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

5 que venían unos hombres de Siquem, de Silo y de Samaria, ochenta hombres, raída la barba y rotas las ropas, y rasguñados, y traían en sus manos ofrenda e incienso para llevar a la casa de Jehová.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

5 llegaron ochenta hombres de Siquem, de Silo y de Samaria para adorar en el templo del Señor. Venían con sus barbas afeitadas, con las ropas rasgadas y con cortaduras que se habían hecho en el cuerpo. También traían consigo incienso y ofrendas de grano.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

5 llegaron de Siquem, de Silo y de Samaria, ochenta hombres con la barba cortada, la ropa hecha tiras y el cuerpo cubierto de cortaduras, que traían ofrendas e incienso que querían presentar en el Templo de Yavé.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

5 sucedió que vinieron ciertos hombres de Siquem, de Silo y de Samaria, unos ochenta hombres, con sus barbas raídas, sus vestidos rasgados y sus carnes sajadas, que traían consigo ofrendas e incienso para presentarlos a la Casa de YHVH.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 llegaron ochenta hombres de Siquén, de Siló y de Samaría, con la barba rapada, los vestidos rasgados y cubiertos de incisiones, con oblaciones e incienso, para ofrecerlos en el templo de Yahveh.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 que vinieron unos hombres de Siquem y de Silo y de Samaria, ochenta hombres, raída la barba, y rotas las ropas y arañados, y traían en sus manos ofrenda e incienso para llevar a la casa de Jehová.

Ver Capítulo Copiar




Jeremías 41:5
28 Referencias Cruzadas  

Cuando Jacob volvió de Padán Aram, llegó sano y salvo a la ciudad de Siquén, en Canaán, y acampó frente a ella.


Cuando la vio Siquén, que era hijo de Jamor el heveo, jefe del lugar, la agarró por la fuerza, se acostó con ella y la violó.


En cierta ocasión, los hermanos de José se fueron a Siquén para apacentar las ovejas de su padre.


Entonces Janún mandó que apresaran a los mensajeros de David y que les afeitaran media barba y cortaran su ropa por la mitad, dejándolos desnudos de la cintura hacia abajo. Y así los despidió.


Roboán fue a Siquén porque todos los israelitas se habían reunido allí para proclamarlo rey.


Jeroboán fortificó la ciudad de Siquén en la región montañosa de Efraín y se estableció allí. Luego se fue de Siquén y fortificó Peniel.


A un cierto Sémer le compró el cerro de Samaria por dos talentos de plata, y allí construyó una ciudad. En honor a Sémer, nombre del anterior propietario del cerro, la llamó Samaria.


En el año treinta y ocho de Asá, rey de Judá, Acab, hijo de Omrí, comenzó a reinar y reinó sobre Israel en Samaria veintidós años.


y prendió fuego al Templo del Señor, al palacio real y a todas las casas de Jerusalén, incluso a todos los edificios importantes.


Entonces Janún mandó que apresaran a los mensajeros de David y que les afeitaran media barba y cortaran su ropa por la mitad, dejándolos desnudos de la cintura hacia abajo. Y así los despidió.


Tus siervos sienten cariño por sus ruinas; los mueven a compasión sus escombros.


Abandonó el santuario de Siló, la tienda donde habitaba entre los humanos,


Acuden los de Dibón al templo, a sus altares paganos para llorar. Moab está gimiendo por Nebo y por Medeba. Rapadas están todas las cabezas y afeitadas todas las barbas.


«En esta tierra morirán grandes y pequeños; nadie llorará por ellos ni los sepultará; nadie se hará heridas en el cuerpo ni se rapará la cabeza por ellos.


Al día siguiente del asesinato de Guedalías, cuando todavía nadie se había enterado,


Se rapan la cabeza los de Gaza; se quedan mudos los de Ascalón. Tú, remanente de la llanura, ¿hasta cuándo te harás incisiones?


Toda cabeza está rapada y toda barba rasurada; en todas las manos hay incisiones, y todos están vestidos de luto.


»“Vayan ahora a mi santuario en Siló, donde al principio hice habitar mi Nombre, y vean lo que hice con él por culpa de la maldad de mi pueblo Israel.


»”Por lo tanto, lo mismo que hice con Siló haré con esta casa, que lleva mi Nombre y en la que ustedes confían, y con el lugar que di a ustedes y a sus antepasados.


Rásguense el corazón y no las vestiduras. Vuélvanse al Señor su Dios, porque él es misericordioso y compasivo, lento para la ira y lleno de amor, cambia de parecer y no castiga.


Eres hijo del Señor tu Dios. No te hagas cortes en la piel ni te rapes la cabeza en honor de un muerto,


Cuando el país quedó bajo el control de los israelitas, toda la asamblea israelita se reunió en Siló, donde habían establecido la Tienda de reunión.


Los restos de José, que los israelitas habían traído de Egipto, fueron sepultados en Siquén, en un terreno que Jacob había comprado por cien piezas de plata a los hijos de Jamor, padre de Siquén. El terreno después llegó a ser propiedad de los descendientes de José.


Instalaron la imagen tallada que había hecho Micaías, y allí quedó todo el tiempo que el santuario de Dios estuvo en Siló.


Abimélec, hijo de Yerubaal, fue a Siquén a ver a los hermanos de su madre. Entonces dijo a ellos y a todo el clan de su madre:


Cada año, cuando iban a la casa del Señor, sucedía lo mismo: Penina la atormentaba, hasta que Ana se ponía a llorar y ni comer quería.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos