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Jeremías 39:11 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

11 En cuanto a Jeremías, el rey Nabucodonosor de Babilonia había dado la siguiente orden a Nabuzaradán, el comandante de la guardia:

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

11 Y Nabucodonosor había ordenado a Nabuzaradán capitán de la guardia acerca de Jeremías, diciendo:

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 El rey Nabucodonosor había ordenado a Nabuzaradán, capitán de la guardia, que encontrara a Jeremías.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Respecto a Jeremías, Nabucodonosor, rey de Babilonia, había dado esta orden a Nebuzardán, comandante de la guardia:

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 En cuanto a Jeremías, Nabucodonosor había ordenado a Nabuzaradán, capitán de la guardia, diciéndole:

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Nabucodonosor, rey de Babilonia, había dado a Nabuzardán, jefe de la escolta, la siguiente orden con respecto a Jeremías:

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Jeremías 39:11
12 Referencias Cruzadas  

Pero a los menesterosos los salva de la opresión de los poderosos y de su lengua viperina.


Así es como los pobres recobran la esperanza y a la injusticia se le tapa la boca.


De seis aflicciones te rescatará y la séptima no te causará ningún daño.


No tengas temor delante de ellos que yo estoy contigo para librarte», afirma el Señor.


El Señor dijo: «Ciertamente te libraré para bien; haré que el enemigo te suplique en tiempos de calamidad y de angustia.


Haré que seas para este pueblo como invencible muro de bronce; pelearán contra ti, pero no te podrán vencer, porque yo estoy contigo para salvarte y librarte», afirma el Señor.


«Te libraré del poder de los malvados; te rescataré de las garras de los violentos».


Pero ni Sedequías ni sus siervos ni la gente de Judá hicieron caso a las palabras que el Señor había hablado a través del profeta Jeremías.


La palabra del Señor vino a Jeremías después de que Nabuzaradán, el comandante de la guardia, lo había dejado libre en Ramá. Allí lo había encontrado Nabuzaradán preso y encadenado, entre todos los cautivos de Judá y Jerusalén que eran deportados a Babilonia.


No obstante, hoy te libero de las cadenas que te sujetan las manos. Si quieres venir conmigo a Babilonia, ven, que yo te cuidaré. Pero si no quieres, no lo hagas. Mira, tienes ante tus ojos toda la tierra: ve adonde más te convenga».


A los diez días del mes quinto del año diecinueve del reinado de Nabucodonosor, rey de Babilonia, su servidor Nabuzaradán, que era el comandante de la guardia, fue a Jerusalén


Luego ordenó al centurión que mantuviera custodiado a Pablo, pero que le diera cierta libertad y que no impidiera que sus amigos lo atendieran.


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