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Jeremías 32:34 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

34 Colocaban sus ídolos abominables en la casa que lleva mi Nombre y así la profanaban.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

34 Antes pusieron sus abominaciones en la casa en la cual es invocado mi nombre, contaminándola.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

34 Levantaron sus ídolos abominables justo en mi propio templo, y así lo profanaron.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

34 Han instalado sus ídolos hasta en la Casa sobre la cual descansa mi Nombre, para ensuciarla.

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La Biblia Textual 3a Edicion

34 Antes emplazaron sus abominaciones en la Casa en la cual es invocado mi Nombre, y la profanaron.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

34 Pusieron sus abominaciones en el templo sobre el cual se invoca mi nombre, profanándolo,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

34 Antes asentaron sus abominaciones en la casa sobre la cual es invocado mi nombre, contaminándola.

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Jeremías 32:34
15 Referencias Cruzadas  

Manasés tenía doce años cuando comenzó a reinar; reinó en Jerusalén cincuenta y cinco años. Su madre era Hepsiba.


El rey sacó del Templo del Señor la imagen para el culto a Aserá y la llevó al arroyo de Cedrón, en las afueras de Jerusalén; allí la quemó hasta convertirla en cenizas, las cuales echó en la fosa común.


y sacó del Templo del Señor los dioses extranjeros y el ídolo, arrojando fuera de la ciudad todos los altares que había construido en el monte del Templo del Señor y en Jerusalén.


También los líderes de los sacerdotes y el pueblo aumentaron su maldad, pues siguieron las prácticas detestables de los países vecinos y contaminaron el Templo que el Señor había consagrado para sí en Jerusalén.


Porque ellos me han abandonado. Han profanado este lugar, quemando en él incienso a otros dioses que no conocían ni ellos ni sus antepasados ni los reyes de Judá. Además, han llenado de sangre inocente este lugar.


«Impíos son los profetas y los sacerdotes; aun en mi propia casa encuentro su maldad», afirma el Señor.


Todos tus amantes te han olvidado; ya no se ocupan de ti. Por causa de tu enorme iniquidad, y por tus muchos pecados, te he golpeado como a un enemigo, te di un castigo cruel.


Ustedes, en cambio, al proclamar la libertad de su prójimo, se habían convertido y habían hecho lo que yo apruebo. Además, se habían comprometido con un pacto en mi presencia, en la casa que lleva mi Nombre.


Una y otra vez envié a mis siervos los profetas para que les advirtieran que no incurrieran en estas cosas tan abominables que yo detesto.


¡Luego, vienen y se presentan ante mí en esta casa que lleva mi Nombre y dicen: ‘Estamos a salvo’, para después seguir cometiendo todas estas abominaciones!


»”La gente de Judá ha hecho el mal que yo detesto —afirma el Señor. Han profanado la casa que lleva mi Nombre al colocar allí sus ídolos abominables.


Además, construyeron los altares paganos de Tofet, en el valle de Ben Hinón, para quemar a sus hijos y a sus hijas en el fuego, cosa que jamás ordené ni me pasó siquiera por la mente.


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