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Jeremías 32:2 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

2 En aquel tiempo el ejército del rey de Babilonia mantuvo sitiada a Jerusalén y el profeta Jeremías estuvo preso en el patio de la guardia del palacio real.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

2 Entonces el ejército del rey de Babilonia tenía sitiada a Jerusalén, y el profeta Jeremías estaba preso en el patio de la cárcel que estaba en la casa del rey de Judá.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Para entonces, Jerusalén estaba sitiada por el ejército babilónico y Jeremías estaba preso en el patio de la guardia del palacio real.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 En ese entonces, el ejército del rey de Babilonia sitiaba a Jerusalén y el profeta Jeremías se hallaba detenido en el patio de la guardia del palacio real de Judá,

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 En aquel tiempo el ejército del rey de Babilonia tenía sitiada a Jerusalem, y el profeta Jeremías estaba preso en el atrio de la guardia de la casa del rey de Judá.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 El ejército del rey de Babilonia sitiaba por aquel entonces a Jerusalén, y el profeta Jeremías se hallaba recluido en el patio de la guardia que había en el palacio real de Judá,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 En aquel entonces el ejército del rey de Babilonia tenía cercada a Jerusalén; y el profeta Jeremías estaba preso en el patio de la cárcel que estaba en la casa del rey de Judá.

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Jeremías 32:2
15 Referencias Cruzadas  

En el año noveno del reinado de Sedequías, a los diez días del mes décimo, Nabucodonosor, rey de Babilonia, marchó con todo su ejército y atacó a Jerusalén. Acampó frente a la ciudad y construyó torres de asalto a su alrededor.


Palal, hijo de Uzay, reconstruyó el sector de la esquina que está frente a la torre alta que sobresale del palacio real, junto al patio de la guardia. El tramo contiguo lo reconstruyó Pedaías, hijo de Parós.


Me has quitado a todos mis amigos y ante ellos me has hecho aborrecible. Estoy aprisionado y no puedo librarme;


Sedequías, el rey de Judá, lo tenía preso y le reprochaba: «¿Por qué andas profetizando: “Así dice el Señor”? Andas proclamando que el Señor dice: “Voy a entregar esta ciudad en manos del rey de Babilonia. Él la capturará


»En efecto, conforme a la palabra del Señor, mi primo Janamel vino a verme en el patio de la guardia y me dijo: “Compra ahora mi campo que está en Anatot, en el territorio de Benjamín, ya que tú tienes el derecho y la responsabilidad de rescatarlo por ser el pariente más cercano”. »Entonces comprendí que esto era palabra del Señor,


La palabra del Señor vino a Jeremías por segunda vez, cuando este aún se hallaba preso en el patio de la guardia:


La palabra del Señor vino a Jeremías cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, estaba atacando a Jerusalén y sus ciudades vecinas con todo su ejército y con todos los reinos y pueblos de la tierra regidos por él.


Luego Jeremías dio esta orden a Baruc: «Estoy confinado y no puedo ir al Templo del Señor.


Estos estaban enfurecidos contra Jeremías, así que luego de golpearlo, lo encarcelaron en la casa del cronista Jonatán, ya que la habían convertido en prisión.


Entonces el rey Sedequías ordenó que pusieran a Jeremías en el patio de la guardia y que, mientras hubiera pan en la ciudad, todos los días le dieran una porción del pan horneado en la calle de los Panaderos. Así fue como Jeremías permaneció en el patio de la guardia.


Mientras tanto, Jeremías se movía con total libertad entre la gente, pues todavía no lo habían encarcelado.


Los hombres tiraron de las sogas y lo sacaron de la cisterna. Y Jeremías permaneció en el patio de la guardia.


Ellos tomaron a Jeremías y, bajándolo con cuerdas, lo echaron en la cisterna del patio de la guardia, la cual era de Malquías, el hijo del rey. Pero como en la cisterna no había agua, sino lodo, Jeremías se hundió en él.


Alégrense y llénense de júbilo, porque les espera una gran recompensa en el cielo. Así también persiguieron a los profetas que los precedieron a ustedes.


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