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Jeremías 26:22 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

22 Después el rey Joacim envió a Egipto a Elnatán, hijo de Acbor, junto con otros hombres.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

22 Y el rey Joacim envió hombres a Egipto, a Elnatán hijo de Acbor y otros hombres con él, a Egipto;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

22 Entonces el rey Joacim envió a Elnatán, hijo de Acbor, a Egipto junto con algunos otros hombres para que capturaran a Urías.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

22 Pero el rey Joaquim envió a Egipto a algunos hombres a las órdenes de Elnatán, hijo de Acbor, que sacaron a Urías de Egipto

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La Biblia Textual 3a Edicion

22 Entonces el rey Joacim envió hombres a Egipto: a Elnatán ben Acbor, y ciertos hombres que fueron con él a Egipto;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 El rey Joaquín envió entonces hombres a Egipto: a Elnatán, hijo de Acbor, y a otros hombres con él,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

22 Y el rey Joacim envió hombres a Egipto, a Elnatán, hijo de Acbor, y a otros hombres con él, a Egipto;

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Jeremías 26:22
10 Referencias Cruzadas  

Cuando murió Saúl, reinó en su lugar Baal Janán, hijo de Acbor.


y dio esta orden a Jilquías el sacerdote, a Ajicán, hijo de Safán, a Acbor, hijo de Micaías, a Safán el cronista, y a Asaías, su ministro personal:


Así que Jilquías el sacerdote, Ajicán, Acbor, Safán y Asaías fueron a consultar a la profetisa Huldá, que vivía en el barrio nuevo de Jerusalén. Huldá era la esposa de Salún, el encargado del vestuario, quien era hijo de Ticvá y nieto de Jarjás.


Los malvados merodean por todas partes, cuando la vileza es exaltada entre los seres humanos.


Cuando un gobernante se deja llevar por mentiras, todos sus oficiales se corrompen.


La carta fue enviada por medio de Elasá, hijo de Safán, y de Guemarías, hijo de Jilquías, a quienes Sedequías, rey de Judá, había enviado al rey Nabucodonosor, rey de Babilonia. Esta decía:


Entonces bajó al palacio del rey, a la sala del cronista, donde estaban reunidos todos los oficiales, es decir, el cronista Elisama, Delaías, hijo de Semaías, Elnatán, hijo de Acbor, Guemarías, hijo de Safán, Sedequías, hijo de Jananías, y todos los demás oficiales.


Esto sucedió a pesar de que Elnatán, Delaías y Guemarías habían suplicado al rey que no quemara el rollo; pero el rey no les hizo caso.


mandaron sacar a Jeremías del patio de la guardia. Se lo confiaron a Guedalías, hijo de Ajicán y nieto de Safán, para que lo llevaran de vuelta a su casa. Así Jeremías se quedó a vivir en medio del pueblo.


Setenta ancianos israelitas estaban de pie frente a los ídolos, rindiéndoles culto. Entre ellos se encontraba Jazanías, hijo de Safán. Cada uno tenía en la mano un incensario, de ellos subía una fragante nube de incienso.


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