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Jeremías 22:13 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

13 »¡Ay del que edifica su casa y sus habitaciones superiores violentando la justicia y el derecho! ¡Ay del que obliga a su prójimo a trabajar gratis y no le paga por su trabajo!

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

13 ¡Ay del que edifica su casa sin justicia, y sus salas sin equidad, sirviéndose de su prójimo de balde, y no dándole el salario de su trabajo!

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Y el Señor dice: «¡Qué aflicción le espera a Joacim, que edifica su palacio con trabajo forzado! Construye las paredes a base de injusticia, porque obliga a sus vecinos a trabajar, y no les paga por su trabajo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 ¡Pobre de aquel que edifica su casa con abusos, y levanta sus pisos sobre la injusticia! ¡Pobre de aquel que se aprovecha de su prójimo y lo hace trabajar sin pagarle su salario!

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 ¡Ay del que edifica su casa con injusticia, Y sus aposentos altos sin equidad, Que exige el servicio de su prójimo de balde, Y no le da la paga de su trabajo!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 ¡Ay de quien construye su casa sin justicia y sus habitaciones superiores sin derecho, obliga a trabajar a su prójimo de balde sin pagarle su salario!

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

13 ¡Ay del que edifica su casa y no en justicia, y sus salas y no en juicio, sirviéndose de su prójimo de balde, y no dándole el salario de su trabajo!

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Jeremías 22:13
16 Referencias Cruzadas  

Luego hizo reinar sobre Judá y Jerusalén a Eliaquín, hermano de Joacaz, y le dio el nombre de Joacim. En cuanto a Joacaz, Necao se lo llevó a Egipto.


Joacim tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar; reinó en Jerusalén once años, pero hizo lo malo ante los ojos del Señor su Dios.


si he tomado la cosecha de alguien sin pagarle o quebrantado el ánimo de sus dueños,


¡Ay de aquellos que acaparan casa tras casa y se apropian de campo tras campo hasta que no dejan lugar para nadie más, y terminan viviendo solos en la tierra!


El que acapara riquezas injustas es como una perdiz que empolla huevos que no puso. En la mitad de la vida las perderá y al final se mostrará como un insensato.


Por eso, así dice el Señor acerca de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá: «Nadie lamentará su muerte ni gritará: “¡Ay, mi hermano! ¡Ay, mi hermana!”. Nadie lamentará su muerte ni gritará: “¡Ay, señor! ¡Ay, Su Majestad!”.


»No defraudes a tu prójimo ni lo despojes de nada. »No retengas la paga de tu jornalero hasta el día siguiente.


que edifican a Sión con sangre y a Jerusalén con maldad.


»¡Ay del que construye una ciudad con sangre y establece un poblado con maldad!


«De modo que me acercaré a ustedes para juicio. Estaré presto a testificar contra los hechiceros, los adúlteros y los perjuros, contra los que explotan a sus jornaleros; contra los que oprimen a las viudas, a los huérfanos y niegan el derecho del extranjero, sin mostrarme ningún temor —dice el Señor de los Ejércitos—.


Y cuando lo liberes, no lo despidas con las manos vacías.


Oigan cómo clama contra ustedes el salario no pagado a los obreros que trabajaron en sus campos. El clamor de esos trabajadores ha llegado a oídos del Señor de los Ejércitos.


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