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Jeremías 10:16 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

16 La porción de Jacob no es como aquellos, porque él es quien hizo todas las cosas, incluso Israel, el pueblo de su heredad. Su nombre es el Señor de los Ejércitos.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

16 No es así la porción de Jacob; porque él es el Hacedor de todo, e Israel es la vara de su heredad; Jehová de los ejércitos es su nombre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

16 ¡Pero el Dios de Israel no es ningún ídolo! Él es el Creador de todo lo que existe, incluido Israel, su posesión más preciada. ¡El Señor de los Ejércitos Celestiales es su nombre!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

16 No es así Aquel que es la herencia de Jacob, pues él ha formado el universo, e Israel es su tribu heredera, su nombre es Yavé de los Ejércitos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 La porción de Jacob no es parecida a ellas, Porque Él es el Hacedor de todas las cosas, E Israel es la tribu de su heredad. ¡YHVH Sebaot es su nombre!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 No es como la de éstos la porción de Jacob, porque él es quien formó el universo, y su tribu hereditaria es Israel. Yahveh Sebaot es su nombre.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

16 No es como ellos la porción de Jacob: porque Él es el Hacedor de todo, e Israel es la vara de su herencia: Jehová de los ejércitos es su nombre.

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Jeremías 10:16
28 Referencias Cruzadas  

¡Mi herencia eres tú, Señor! Prometo obedecer tus palabras.


El Señor escogió a Jacob como suyo, a Israel como su propiedad exclusiva.


A ti, Señor, te pido ayuda; a ti te digo: «Tú eres mi refugio, mi porción en la tierra de los vivientes».


Por la palabra del Señor fueron hechos los cielos y por el soplo de su boca, todo lo que en ellos hay.


Podrán desfallecer mi cuerpo y mi corazón, pero Dios es la roca de mi corazón; él es mi herencia eterna.


Acuérdate del pueblo que adquiriste desde tiempos antiguos, de la tribu que redimiste para que fuera tu posesión. Acuérdate de este monte Sión, que es donde tú habitas.


Si ahora ustedes me son del todo obedientes y cumplen mi pacto, serán mi propiedad exclusiva entre todas las naciones. Aunque toda la tierra me pertenece,


Y dijo: —Señor, si realmente cuento con tu favor, ven y quédate entre nosotros. Reconozco que este es un pueblo terco, pero perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado, y adóptanos como tu herencia.


Toda obra del Señor tiene un propósito; ¡hasta el malvado fue hecho para el día del desastre!


El Señor de los Ejércitos los bendecirá, diciendo: «Bendito sea Egipto, mi pueblo, y Asiria, obra de mis manos, e Israel, mi heredad».


Yo formo la luz y creo las tinieblas, traigo bienestar y creo calamidad; Yo, el Señor, hago todas estas cosas.


Nuestro Redentor es el Santo de Israel; su nombre es el Señor de los Ejércitos.


Yo estaba enojado con mi pueblo; por eso profané mi heredad. Los entregué en tu mano y no les tuviste compasión. Pusiste sobre los ancianos un yugo muy pesado.


Porque yo soy el Señor tu Dios, yo agito el mar, y rugen sus olas; el Señor de los Ejércitos es mi nombre.


Porque el que te hizo es tu esposo; su nombre es el Señor de los Ejércitos. Tu Redentor es el Santo de Israel; ¡Dios de toda la tierra es su nombre!


Dios hizo la tierra con su poder, afirmó el mundo con su sabiduría, extendió los cielos con su inteligencia.


¡No hay nadie como tú, Señor! ¡Grande eres tú! ¡Grande y poderoso es tu nombre!


Así dice el Señor, cuyo nombre es el Señor de los Ejércitos, quien estableció el sol para alumbrar el día, la luna y las estrellas para alumbrar la noche y agita el mar para que rujan sus olas:


Muestras tu gran amor a multitud de generaciones, pero también castigas la maldad de los padres en sus descendientes. ¡Oh Dios, grande y fuerte; tu nombre es el Señor de los Ejércitos!


«Así dice aquel cuyo nombre es el Señor, el que hizo la tierra, la formó y la estableció con firmeza:


»Tan cierto como que yo vivo», declara el Rey, cuyo nombre es el Señor de los Ejércitos, «vendrá un enemigo que será como el Tabor, que sobresale de entre los montes, y como el Carmelo, que se erige sobre el mar.


Pero su Redentor es fuerte, su nombre es el Señor de los Ejércitos. Con vigor defenderá su causa; traerá descanso a su tierra, pero perturbación a Babilonia.


La porción de Jacob no es como aquellos, porque él es el Creador de todas las cosas, incluso el pueblo de su heredad. Su nombre es el Señor de los Ejércitos.


Me digo a mí mismo: «El Señor es mi herencia. ¡En él esperaré!».


He aquí el que forma las montañas, el que crea el viento, el que revela al ser humano sus pensamientos, el que convierte la aurora en tinieblas, el que marcha sobre las alturas de la tierra: su nombre es el Señor Dios de los Ejércitos.


El Señor tomará posesión de Judá, su porción en tierra santa y de nuevo escogerá a Jerusalén.


Porque la porción del Señor es su pueblo; Jacob es su herencia asignada.


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