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Génesis 49:8 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

8 »Tú, Judá, serás alabado por tus hermanos; dominarás a tus enemigos y tus propios hermanos se postrarán ante ti.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

8 Judá, te alabarán tus hermanos; Tu mano en la cerviz de tus enemigos; Los hijos de tu padre se inclinarán a ti.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 »Judá, tus hermanos te alabarán. Agarrarás a tus enemigos por el cuello. Todos tus parientes se inclinarán ante ti.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 A ti, Judá, te alabarán tus hermanos, tu mano agarrará del cuello a tus enemigos, y tus hermanos se inclinarán ante ti.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 A ti Judá, te alabarán tus hermanos, Tu mano, en la cerviz de tus enemigos, Se postrarán ante ti los hijos de tu padre.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 A ti, Judá, te alabarán tus hermanos; tu mano pesará sobre la nuca de tus enemigos, los hijos de tu padre se postrarán ante ti.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

8 Judá, te alabarán tus hermanos: Tu mano en la cerviz de tus enemigos: Los hijos de tu padre se inclinarán a ti.

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Génesis 49:8
38 Referencias Cruzadas  

Que te sirvan los pueblos; que se postren ante ti las naciones. Que seas señor de tus hermanos; que se postren ante ti los hijos de tu madre. Maldito sea el que te maldiga y bendito el que te bendiga».


Lea volvió a quedar embarazada y dio a luz un cuarto hijo, al que llamó Judá, porque dijo: «Esta vez alabaré al Señor». Después de esto, dejó de dar a luz.


José era el gobernador del país y el que vendía trigo a todo el mundo. Cuando sus hermanos llegaron, se postraron rostro en tierra ante él.


Los hijos de Judá: Er, Onán, Selá, Fares y Zera. (Er y Onán habían muerto en Canaán). Los hijos de Fares: Jezrón y Jamul.


Hiciste retroceder a mis enemigos, y así exterminé a los que me odiaban.


Joab entregó al rey los resultados del censo militar: En Israel había ochocientos mil hombres que podían servir en el ejército, y en Judá, quinientos mil.


Así pues, todos los jefes de Israel fueron a Hebrón para hablar con el rey David. Allí el rey hizo un pacto con ellos en presencia del Señor. Después de eso, ungieron a David para que fuera rey sobre Israel.


»Sin embargo, el Señor, Dios de Israel, me escogió de entre mi familia para ponerme por rey de Israel para siempre. En efecto, él escogió a Judá como la tribu gobernante; de esta tribu escogió a mi familia y, de entre mis hermanos, me escogió a mí, para ponerme por rey de Israel.


Y aunque es verdad que Judá fue más poderoso que sus hermanos, y hasta llegó a ser su gobernante, la primogenitura pasó a José.


Asá contaba con un ejército de trescientos mil soldados de Judá, los cuales portaban lanzas y escudos grandes; además, con doscientos ochenta mil benjamitas que portaban arcos y escudos pequeños. Todos ellos eran guerreros valientes.


Después convocó a los habitantes de Judá y de Benjamín, como también a los de Efraín, Manasés y Simeón que vivían entre ellos, pues muchos israelitas se habían unido a Asá, al ver que el Señor su Dios estaba con él.


Colocó tropas en todas las ciudades fortificadas de Judá y guarniciones en el territorio de Judá y en las ciudades de Efraín que su padre Asá había conquistado.


No obstante, algunos de las tribus de Aser, Manasés y Zabulón se humillaron y fueron a Jerusalén.


Dios es conocido en Judá; su nombre es exaltado en Israel.


Se extenderán su soberanía y su paz y no tendrán fin. Gobernará sobre el trono de David y sobre su reino, para establecerlo y sostenerlo con justicia y rectitud desde ahora y para siempre. Esto lo llevará a cabo el celo del Señor de los Ejércitos.


La espada degollará a esos infames malvados, pues sus visiones son falsas y sus adivinanzas, mentiras. Pero su día ha llegado; ¡la hora de su castigo es inminente!


El número de la tribu de Judá llegó a setenta y cuatro mil seiscientos hombres.


Los primeros en partir fueron los escuadrones que marchaban bajo el estandarte del campamento de Judá. Los comandaba Naasón, hijo de Aminadab.


De sus hijos Selá, Fares y Zera proceden los siguientes clanes: los selaítas, los faresitas, los zeraítas.


Estos son los clanes de la tribu de Judá. Su número llegó a setenta y seis mil quinientos hombres.


Y esto dijo acerca de Judá: «Oye, Señor, el clamor de Judá; hazlo volver a su pueblo. Judá defiende su causa con sus propias fuerzas. ¡Ayúdalo contra sus enemigos!».


en espera de que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies.


Es evidente que nuestro Señor procedía de la tribu de Judá, respecto a la cual nada dijo Moisés con relación al sacerdocio.


Cuando se los trajeron, Josué convocó a todo el ejército israelita y ordenó a todos los comandantes que lo habían acompañado: «Acérquense y písenles el cuello a estos reyes». Los comandantes obedecieron al instante.


Esta es la lista de los territorios que recibieron como herencia los clanes de la tribu de Judá:


Tocó el séptimo ángel su trompeta y en el cielo resonaron fuertes voces que decían: «El reino del mundo ha pasado a ser de nuestro Señor y de su Cristo, y él reinará por los siglos de los siglos».


Uno de los ancianos me dijo: «¡Deja de llorar que ya el León de la tribu de Judá, la Raíz de David, ha vencido! Él sí puede abrir el rollo y sus siete sellos».


Los israelitas subieron a Betel y consultaron a Dios. Le preguntaron: —¿Cuál de nosotros será el primero en combatir a los de la tribu de Benjamín? El Señor respondió: —Judá será el primero.


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