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Génesis 48:14 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

14 Pero Israel, al extender las manos, las entrecruzó y puso su derecha sobre la cabeza de Efraín, aunque era el menor, y su izquierda sobre la cabeza de Manasés, aunque era el mayor.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

14 Entonces Israel extendió su mano derecha, y la puso sobre la cabeza de Efraín, que era el menor, y su mano izquierda sobre la cabeza de Manasés, colocando así sus manos adrede, aunque Manasés era el primogénito.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 Pero Jacob cruzó sus brazos cuando los extendió para poner sus manos sobre la cabeza de los muchachos: es decir, puso su mano derecha sobre la cabeza de Efraín —aunque él era el menor— y su mano izquierda sobre la cabeza de Manasés, que era el hijo mayor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 Israel extendió su mano derecha y la puso sobre la cabeza de Efraím, que era el menor, y así, cruzando las manos, puso su izquierda sobre la cabeza de Manasés a pesar de que era el primogénito.

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 Israel extendió su diestra y la puso sobre la cabeza de Efraín, el menor, y su izquierda sobre la cabeza de Manasés, cruzando adrede los brazos, aunque Manasés era el primogénito.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 Pero Israel extendió su mano derecha y la colocó sobre la cabeza de Efraín, que era el menor, y su izquierda sobre la cabeza de Manasés, cruzando así las manos, aunque Manasés era el primogénito.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

14 Entonces Israel extendió su diestra, y la puso sobre la cabeza de Efraín, que era el menor, y su izquierda sobre la cabeza de Manasés, colocando así sus manos adrede, aunque Manasés era el primogénito.

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Génesis 48:14
24 Referencias Cruzadas  

Al primero lo llamó Manasés, porque dijo: «Dios ha hecho que me olvide de todos mis problemas y de mi casa paterna».


Al segundo lo llamó Efraín, porque dijo: «Dios me ha hecho fecundo en esta tierra donde he sufrido».


En Egipto, José tuvo los siguientes hijos con Asenat, hija de Potifera, sacerdote de On: Manasés y Efraín.


Luego tomó a sus dos hijos, a Efraín con la derecha y a Manasés con la izquierda, y se los presentó a su padre. De esta manera Efraín quedó a la izquierda de Israel y Manasés a su derecha.


A José no le agradó ver que su padre pusiera su mano derecha sobre la cabeza de Efraín, así que tomando la mano de su padre, la pasó de la cabeza de Efraín a la de Manasés,


mientras reclamaba: —¡Así no, padre mío! ¡Pon tu mano derecha sobre la cabeza de este, que es el primogénito!


Así dijo el Señor a mi Señor: «Siéntate a mi derecha, hasta que ponga a tus enemigos por debajo de tus pies».


¡La diestra del Señor es exaltada! ¡La diestra del Señor hace proezas!».


Tu diestra, Señor, reveló su gran poder; tu diestra, Señor, despedazó al enemigo.


»Al oeste acamparán los que se agrupan bajo el estandarte del campamento de Efraín, según sus escuadrones. Su jefe es Elisama, hijo de Amiud.


Presentarás a los levitas ante el Señor y los israelitas les impondrán las manos.


Sin embargo, he tomado a los levitas en lugar de todos los primogénitos de los israelitas,


Yo te digo que tú eres Pedro. Sobre esta piedra edificaré mi iglesia y las puertas de los dominios de la muerte no prevalecerán contra ella.


Llevaron unos niños a Jesús para que les impusiera las manos y orara por ellos, pero los discípulos reprendían a quienes los llevaban.


Después de poner las manos sobre ellos, se fue de allí.


»Cuando oren, no sean como los hipócritas, porque a ellos les encanta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas para que la gente los vea. Les aseguro que ya han obtenido toda su recompensa.


Al mismo tiempo, puso las manos sobre ella; al instante la mujer se enderezó y empezó a alabar a Dios.


Al ponerse el sol, la gente llevó a Jesús todos los que padecían de diversas enfermedades; él puso las manos sobre cada uno de ellos y los sanó.


Así que después de ayunar, orar e imponerles las manos, los despidieron.


Los presentaron a los apóstoles, quienes oraron y les impusieron las manos.


Entonces Josué, hijo de Nun, fue lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés puso sus manos sobre él. Los israelitas, por su parte, obedecieron a Josué e hicieron lo que el Señor había ordenado a Moisés.


No descuides el don que recibiste mediante profecía, cuando los líderes de la iglesia te impusieron las manos.


No te apresures a imponerle las manos a nadie, no sea que te hagas cómplice de pecados ajenos. Consérvate puro.


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