Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Génesis 4:23 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

23 Lamec dijo a sus mujeres Ada y Zila: «¡Escuchen bien, mujeres de Lamec! ¡Escuchen mis palabras! Maté a un hombre por haberme agredido y a un muchacho por golpearme.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

23 Y dijo Lamec a sus mujeres: Ada y Zila, oíd mi voz; Mujeres de Lamec, escuchad mi dicho: Que un varón mataré por mi herida, Y un joven por mi golpe.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

23 Cierto día Lamec dijo a sus esposas: «Ada y Zila, oigan mi voz; escúchenme, esposas de Lamec. Maté a un hombre que me atacó, a un joven que me hirió.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

23 Dijo Lamec a sus mujeres: 'Escúchenme ustedes, Ada y Sella; oigan mis palabras, mujeres de Lamec: yo he matado a un hombre por herirme y a un muchacho porque me golpeó.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

23 Y Lamec dijo a sus mujeres: Ada y Zila: ¡Escuchad mi voz! Mujeres de Lamec, Prestad oído a mi dicho: Que a un hombre maté por mi herida, Y a un muchacho por mi contusión.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 Dijo Lamec a sus mujeres: 'Adá y Silá, oíd mi voz; mujeres de Lamec, escuchad mis palabras. He matado a un hombre que me hirió. A un joven que me golpeó.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

23 Y dijo Lamec a sus esposas: Ada y Zila, oíd mi voz; esposas de Lamec, escuchad mi dicho: Que a un varón maté por mi herida, y a un joven por mi golpe:

Ver Capítulo Copiar




Génesis 4:23
7 Referencias Cruzadas  

Por su parte, Zila dio a luz a Tubal Caín, que fue herrero y forjador de toda clase de herramientas de bronce y de hierro. Tubal Caín tuvo una hermana que se llamaba Naamá.


Señor, Dios de las venganzas; Dios de las venganzas, ¡resplandece!


»No seas vengativo con tu prójimo ni le guardes rencor. Ama a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor.


Entonces Balán pronunció su mensaje: «Levántate, Balac, y escucha; óyeme, hijo de Zipor.


Mía es la venganza; yo pagaré. A su debido tiempo, su pie resbalará. Se apresura su desastre, y el día del juicio se avecina».


Cuando Jotán se enteró, subió a la cima del monte Guerizín y les gritó bien fuerte: «¡Escúchenme, habitantes de Siquén, para que Dios los escuche a ustedes!


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos