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Génesis 23:16 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

16 Abraham se puso de acuerdo con Efrón y en presencia de los hititas le pagó lo convenido: cuatrocientos siclos de plata, de acuerdo con el peso corriente entre los comerciantes.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

16 Entonces Abraham se convino con Efrón, y pesó Abraham a Efrón el dinero que dijo, en presencia de los hijos de Het, cuatrocientos siclos de plata, de buena ley entre mercaderes.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

16 Abraham estuvo de acuerdo con el precio sugerido por Efrón y pagó la cantidad total: cuatrocientas monedas de plata, pesadas según la norma de los comerciantes; y los ancianos hititas presenciaron la transacción.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Abrahán estuvo de acuerdo y pesó para Efrón, en presencia de los hititas, la plata que habían acordado: cuatrocientas piezas de plata, en monedas de mercader.

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 Y atendió Abraham a Efrón. Y le pesó Abraham a Efrón la plata que había dicho a oídos de los hijos de Het, cuatrocientos siclos de plata corriente entre los mercaderes.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 Abrahán llegó a un acuerdo con Efrón. Pesó Abrahán para Efrón, en presencia de los hijos de Het, el dinero convenido: cuatrocientos siclos de plata de buena ley entre comerciantes.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

16 Entonces Abraham se convino con Efrón, y pesó Abraham a Efrón la plata que había dicho, oyéndolo los hijos de Het, cuatrocientos siclos de plata, de buena ley entre mercaderes.

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Génesis 23:16
18 Referencias Cruzadas  

—Señor mío, escúcheme. El campo vale cuatrocientos siclos de plata. ¿Qué es eso entre nosotros? Vaya tranquilo y entierre a su difunta esposa.


pero a nuestro regreso, cuando acampamos para pasar la noche, descubrimos que en cada una de nuestras bolsas estaba el dinero que habíamos pagado. Pero lo hemos traído para devolverlo.


Además, Jacob dio estas instrucciones: «Ya estoy a punto de reunirme con los míos. Entiérrenme junto a mis antepasados, en la cueva que está en el campo de Efrón el hitita.


lo llevaron a la tierra de Canaán y lo sepultaron en la cueva que está en el campo de Macpela, frente a Mamré, en el mismo campo que Abraham había comprado a Efrón el hitita para sepultura de la familia.


Tenía una cabellera tan pesada que una vez al año tenía que cortársela; y según la medida oficial, el pelo cortado pesaba doscientos siclos.


Pero el rey respondió a Arauna: —Eso no puede ser. No voy a ofrecer al Señor mi Dios holocaustos que nada me cuesten. Te lo compraré todo por su precio justo. Fue así como David compró el lugar donde se limpia el trigo y los bueyes por cincuenta siclos de plata.


No se compra con el oro más fino ni su precio se calcula en plata.


Cada uno de los censados deberá pagar como ofrenda al Señor medio siclo de plata, que es la mitad del peso oficial del santuario.


Reuní a los testigos, firmé la escritura, la sellé y pesé la plata en la balanza.


y compré a mi primo Janamel el campo de Anatot; pesé y pagué diecisiete siclos de plata.


En cuanto a las medidas de peso: un siclo será igual a veinte guerás y una mina será igual a sesenta siclos.


Les dije: «Si les parece bien, páguenme mi salario; de lo contrario, quédense con él». Y me pagaron solo treinta piezas de plata.


Así que en todo traten ustedes a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes. De hecho, esto es la Ley y los Profetas.


Sus restos fueron llevados a Siquén y puestos en el sepulcro que a buen precio Abraham había comprado a los hijos de Jamor en Siquén.


No tengan deudas pendientes con nadie a no ser la de amarse unos a otros. De hecho, quien ama al prójimo ha cumplido la Ley.


Por último, hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio.


Y que nadie perjudique a su hermano ni se aproveche de él en este asunto. El Señor castiga todo esto, como ya hemos dicho y advertido.


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