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Génesis 18:32 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

32 Abraham volvió a decir: —No se enoje mi Señor, pero permítame hablar una vez más. Tal vez se encuentren solo diez. —Aun por esos diez no la destruiré —respondió él por última vez.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

32 Y volvió a decir: No se enoje ahora mi Señor, si hablare solamente una vez: quizá se hallarán allí diez. No la destruiré, respondió, por amor a los diez.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

32 Finalmente, Abraham dijo: —Señor, por favor, no te enojes conmigo si hablo una vez más. ¿Y si hubiera tan solo diez? Y el Señor contestó: —Entonces no la destruiré por causa de esos diez.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

32 Abrahán dijo: 'Vaya, no se enoje mi Señor, y hablaré por última vez. Puede ser que se encuentren allí sólo diez. Yavé dijo: 'En atención a esos diez, no destruiré la ciudad.

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La Biblia Textual 3a Edicion

32 Entonces dijo: Te ruego, no se enardezca mi Señor, y hablaré sólo esta vez: Quizá se hallen allí diez. Y respondió: No la destruiré por causa de los diez.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

32 Pero todavía añadió: 'No se enoje ahora mi Señor. Ésta es la última una vez. Quizá se hallen allí diez'. Contestó: 'Por consideración a los diez no la destruiría'.

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Génesis 18:32
21 Referencias Cruzadas  

Abraham volvió a insistir: —No se enoje mi Señor, pero permítame seguir hablando. Tal vez se encuentren solo treinta. —No lo haré si encuentro allí a esos treinta —contestó él.


Abraham siguió insistiendo: —Sé que he sido muy atrevido en hablarle así a mi Señor, pero tal vez se encuentren solo veinte. —Por esos veinte no la destruiré.


Entonces Judá se acercó a José para decirle: —Mi señor, no se enoje usted conmigo, pero le ruego que me permita hablarle en privado. Usted es tan importante como el faraón.


Mas si un ángel, uno entre mil, aboga por el hombre y sale en su favor, y da constancia de su rectitud;


Tú, Señor, eres bueno y perdonador; tu gran amor se derrama sobre todos los que te invocan.


Entonces el Señor se calmó y desistió de hacer a su pueblo el daño que había sentenciado.


El Señor aborrece los sacrificios de los malvados, pero se complace en la oración de los justos.


Así dice el Señor: «Cuando alguien encuentra un buen racimo de uvas, dice: “No lo dañen, porque en él hay bendición”. Del mismo modo actuaré yo por amor a mis siervos: No los destruiré a todos.


«Recorran las calles de Jerusalén, observen con cuidado, busquen por las plazas. Si encuentran una sola persona que practique la justicia y busque la verdad, yo perdonaré a esta ciudad.


¿Qué Dios hay como tú, que perdone la maldad y pase por alto el delito del remanente de su heredad? No estarás airado para siempre, porque tu mayor placer es amar.


»Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá.


Al que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros,


Entonces Gedeón dijo a Dios: «No te enojes conmigo. Déjame hacer solo una petición más. Permíteme hacer una prueba más con el vellón. Esta vez haz que solo el vellón quede seco y que todo el suelo quede cubierto de rocío».


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