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Éxodo 15:26 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

26 Les dijo: «Yo soy el Señor su Dios. Si escuchan mi voz y hacen lo que yo considero justo, y si cumplen mis mandamientos y estatutos, no traeré sobre ustedes ninguna de las enfermedades que traje sobre los egipcios. Yo soy el Señor que les devuelve la salud».

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

26 y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

26 Les dijo: «Si ustedes escuchan atentamente la voz del Señor su Dios y hacen lo que es correcto ante sus ojos, obedeciendo sus mandatos y cumpliendo todos sus decretos, entonces no les enviaré ninguna de las enfermedades que envié a los egipcios; porque yo soy el Señor, quien los sana».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

26 y le dijo: 'Si de veras escuchas a Yavé, tu Dios, y haces lo que es justo a sus ojos, dando oídos a sus mandatos y practicando sus normas, no descargaré sobre ti ninguna plaga de las que he descargado sobre los egipcios; porque yo soy Yavé, que te doy la salud.

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La Biblia Textual 3a Edicion

26 y dijo: Si oyes diligentemente la voz de YHVH tu Dios, y haces lo recto ante sus ojos, y prestas oído a sus mandamientos, y guardas todos sus estatutos, ninguna dolencia de las que puse sobre Egipto pondré sobre ti, porque Yo soy YHVH tu Sanador.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 Y dijo: 'Si escuchas de veras la voz de Yahveh, tu Dios, y haces lo que es recto a sus ojos; si prestas oído a sus mandatos y si guardas todas sus leyes, no te enviaré ninguna de las enfermedades con que he afligido a Egipto, porque yo soy Yahveh, el que te sana'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

26 y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu Sanador.

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Éxodo 15:26
42 Referencias Cruzadas  

Voy a hacerlo así porque me han abandonado y adoran a Astarté, diosa de los sidonios, a Quemós, dios de los moabitas, y a Moloc, dios de los amonitas. No han seguido mis caminos, no han hecho lo que me agrada ni han cumplido mis estatutos y leyes como lo hizo David, su padre.


Si haces todo lo que te ordeno, sigues mis caminos y haces lo que me agrada, cumpliendo mis estatutos y mandamientos como lo hizo David mi siervo, estaré contigo. Estableceré para ti una dinastía tan firme como la que establecí para David, y te daré Israel.


Eliseo fue al manantial y al arrojar allí la sal, exclamó: —Así dice el Señor: “¡Yo purifico esta agua para que nunca más cause muerte ni esterilidad!”.


«Regresa y dile a Ezequías, gobernante de mi pueblo, que así dice el Señor, Dios de su antepasado David: “He escuchado tu oración y he visto tus lágrimas. Voy a sanarte y, en tres días, podrás subir al Templo del Señor.


Josías hizo lo que agrada al Señor, pues en todo siguió el buen ejemplo de su antepasado David; no se desvió de él en el más mínimo detalle.


Porque él hiere, pero venda la herida; golpea, pero sana con sus manos.


Él perdona todos tus pecados y sana todas tus dolencias;


sana a los de corazón quebrantado y venda sus heridas.


No tendrás ningún dios extranjero, ni te postrarás ante ningún dios extraño.


A medianoche el Señor hirió de muerte a todos los primogénitos egipcios, desde el primogénito del faraón en el trono hasta el primogénito del preso en la cárcel, así como a las primeras crías de todo el ganado.


Si ahora ustedes me son del todo obedientes y cumplen mi pacto, serán mi propiedad exclusiva entre todas las naciones. Aunque toda la tierra me pertenece,


ustedes serán para mí un reino de sacerdotes y una nación santa”. »Comunícales todo esto al pueblo de Israel».


«Yo soy el Señor tu Dios. Yo te saqué de Egipto, del país donde eras esclavo.


»Adora al Señor tu Dios, y él bendecirá tu pan y tu agua. »Yo apartaré de ustedes toda enfermedad.


Presten atención y vengan a mí, escúchenme y vivirán. Haré con ustedes un pacto eterno, conforme a mi inquebrantable amor por David.


He visto sus caminos, pero lo sanaré; lo guiaré y lo colmaré de consuelo. Y a los que lloran por él


Desde el día en que hice salir a sus antepasados de la tierra de Egipto hasta el día de hoy, una y otra vez he advertido: ‘Obedézcanme’.


»” ’Si de veras me obedecen —afirma el Señor—, y no meten ninguna carga por las puertas de esta ciudad en día sábado, sino que consagren este día no haciendo ningún trabajo,


Porque yo restauraré tu salud y sanaré tus heridas”, afirma el Señor, “porque te han llamado la desechada, la pobre Sión, la que a nadie le importa”.


»”Sin embargo, les daré salud y los curaré; los sanaré y haré que disfruten de abundante paz y seguridad.


Lo que sí ordené fue lo siguiente: ‘Obedézcanme. Así yo seré su Dios y ustedes serán mi pueblo. Condúzcanse conforme a todo lo que yo ordene, a fin de que les vaya bien’.


¿No queda bálsamo en Galaad? ¿No queda allí médico alguno? ¿Por qué no se ha restaurado la salud de mi pueblo?


»Supongamos que hay un hombre justo que practica el derecho y la justicia.


Fui quien enseñó a caminar a Efraín, tomándolo de los brazos. Pero él no quiso reconocer que era yo quien lo sanaba.


¡Vengan, volvámonos al Señor! Él nos ha despedazado, pero nos sanará; nos ha herido, pero nos vendará.


Yo soy el Señor su Dios que los saqué de Egipto para que dejaran de ser esclavos. Yo rompí las varas de su yugo y los hice caminar con la cabeza erguida.


»Si se conducen según mis estatutos y obedecen fielmente mis mandamientos,


Moisés rogó al Señor: «¡Oh Dios, te ruego que la sanes!».


No comas la sangre, para que te vaya bien a ti y a tu descendencia, pues estarás haciendo lo recto a los ojos del Señor.


Ten el cuidado de obedecer todas estas palabras que yo te he dado, para que siempre te vaya bien, lo mismo que a tu descendencia. Así habrás hecho lo bueno y lo recto a los ojos del Señor tu Dios.


Así será, siempre y cuando obedezcas todos estos mandamientos que te ordeno hoy y hagas lo recto ante el Señor tu Dios.


El Señor te afligirá con tumores y úlceras, como las de Egipto, y con sarna y comezón, y no podrás sanar.


Si no te empeñas en practicar todas las palabras de esta ley, que están escritas en este libro, ni temes a este glorioso e imponente nombre del Señor tu Dios,


Todas las horribles enfermedades de Egipto, que tanto espanto te causaron, vendrán sobre ti y no te darán respiro.


»¡Vean ahora que yo soy único! No hay otro dios fuera de mí. Yo doy la muerte y devuelvo la vida, causo heridas y doy sanidad. Nadie puede librarse de mi mano.


Moisés convocó a todo Israel y dijo: Escuchen, israelitas, los estatutos y las leyes que yo les comunico hoy. Apréndanlos y procuren ponerlos en práctica.


El Señor te mantendrá libre de toda enfermedad y alejará de ti las horribles enfermedades que conociste en Egipto; en cambio, las reservará para tus enemigos.


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