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Ester 7:10 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

10 De modo que colgaron a Amán en la horca que él había mandado levantar para Mardoqueo. Con eso se aplacó la furia del rey.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

10 Así colgaron a Amán en la horca que él había hecho preparar para Mardoqueo; y se apaciguó la ira del rey.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Entonces atravesaron a Amán con el poste que había levantado para Mardoqueo, y la furia del rey se calmó.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Colgaron a Amán en la horca que había preparado para Mardoqueo, y así se apaciguó la cólera del rey.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Y colgaron a Amán en el madero que él había preparado para Mardoqueo, y se aplacó la ira del rey.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Y colgaron a Amán de la horca que había preparado para Mardoqueo. Así se apaciguó la ira del rey.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

10 Así colgaron a Amán en la horca que él había preparado para Mardoqueo; y se apaciguó la ira del rey.

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Ester 7:10
22 Referencias Cruzadas  

Pero tal como lo había predicho José, al jefe de los panaderos mandó que lo ahorcaran.


Algún tiempo después, ya aplacada su furia, el rey Asuero se acordó de lo que había hecho Vasti y de lo que se había decretado contra ella.


Su esposa Zeres y todos sus amigos le dijeron: —Haz que se coloque una horca de cincuenta codos de altura, y por la mañana pídele al rey que cuelgue en ella a Mardoqueo. Así podrás ir contento al banquete con el rey. La sugerencia agradó a Amán y mandó que se colocara la horca.


El rey se levantó enfurecido, dejó de beber y salió al jardín del palacio. Pero Amán, dándose cuenta de que el rey ya había decidido su fin, se quedó para implorarle a la reina Ester que le perdonara la vida.


Cuando el rey volvió del jardín del palacio a la sala del banquete, Amán estaba inclinado sobre el sofá donde Ester estaba recostada. Al ver esto, el rey exclamó: —¡Y todavía se atreve este a violar a la reina en mi presencia y en mi casa! Tan pronto como el rey pronunció estas palabras, cubrieron el rostro de Amán.


El rey Asuero respondió entonces a la reina Ester y a Mardoqueo el judío: —Debido a que Amán atentó contra los judíos, he dado sus propiedades a Ester y a él lo han colgado en la horca.


El rey ordenó que se hiciera así. Se emitió un edicto en Susa y los diez hijos de Amán fueron colgados.


Pero cuando Ester se presentó ante el rey, este ordenó por escrito que el malvado plan maquinado por Amán contra los judíos debía recaer sobre su propia cabeza, y que él y sus hijos fueran colgados en la horca.


Sus pies lo harán caer en una trampa y entre sus redes quedará atrapado.


Como un sueño, como una visión nocturna, se desvanecerá y no volverá a ser hallado.


Pero su propia espada les atravesará el corazón y su arco quedará hecho pedazos.


Su iniquidad se volverá contra él; su violencia recaerá sobre su cabeza.


Él les hará pagar por sus pecados y los destruirá por su maldad; el Señor nuestro Dios los destruirá.


El que madruga para el bien halla buena voluntad; el que anda tras el mal por el mal será alcanzado.


El justo se salva de la calamidad, pero la desgracia le sobreviene al malvado.


Cava una fosa y en ella caerás; echa a rodar piedras y te aplastarán.


Por tanto, así dice el Señor: «No me han obedecido, pues no han dejado en libertad a sus hermanos. Por eso, yo proclamo contra ustedes una liberación», afirma el Señor. «Dejaré en libertad a la guerra, la pestilencia y el hambre. De esa manera, lo que les pase a ustedes servirá de escarmiento a todos los reinos de la tierra.


»Entonces se apaciguará mi ira, mi enojo contra ellos será saciado y me daré por satisfecho. Y, cuando en mi celo haya desahogado mi enojo contra ellos, sabrán que yo, el Señor, lo he dicho.


Entonces el rey mandó traer a los que lo habían acusado y ordenó que los arrojaran al foso de los leones, junto con sus esposas y sus hijos. ¡No habían tocado el suelo cuando ya los leones habían caído sobre ellos y les habían triturado los huesos!


Entonces, el rey Darío escribió un decreto a todos los pueblos, naciones y lenguas de la tierra: ¡Paz y prosperidad!


Entonces el ángel me llamó y me dijo: «Mira, los que van hacia el país del norte harán reposar mi Espíritu en ese país».


Pero Sansón dijo: «Puesto que actuaron de esa manera, ¡no pararé hasta que me haya vengado de ustedes!».


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