Ester 6:4 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

⁴ Amán acababa de entrar en el patio exterior del palacio para pedirle al rey que colgara a Mardoqueo en la horca que había mandado levantar para él. Así que el rey preguntó: —¿Quién anda en el patio?

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

⁴ Entonces dijo el rey: ¿Quién está en el patio? Y Amán había venido al patio exterior de la casa real, para hablarle al rey para que hiciese colgar a Mardoqueo en la horca que él le tenía preparada.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴ —¿Quién está en el patio exterior? —preguntó el rey. Resulta que Amán acababa de llegar al patio exterior del palacio para pedirle al rey que atravesara a Mardoqueo en el poste que había preparado.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴ Entonces dijo el rey: '¿Quién anda en el patio?» Precisamente en ese momento Amán atravesaba el patio exterior del palacio real para ir a pedir al rey que mandara ahorcar a Mardoqueo de la horca que había preparado para éste.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴ Entonces dijo el rey: ¿Quién está en el patio? (Y Amán estaba entrando en el patio exterior de la casa del rey para proponer al rey que hiciera colgar a Mardoqueo en el madero que él le había preparado.)

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴ Prosiguió el rey: '¿Quién está en el atrio?'. Amán había venido al atrio exterior del palacio real, para pedir al rey que hiciera colgar a Mardoqueo de la horca que le había preparado.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

⁴ Entonces dijo el rey: ¿Quién está en el patio? Y Amán había venido al patio de afuera de la casa del rey, para decir al rey que hiciese colgar a Mardoqueo en la horca que él le tenía preparada.

Ester 6:4 Referencias Cruzadas

Ester 4:11

«Todos los servidores del rey y el pueblo de las provincias del reino saben que para cualquier hombre o mujer que, sin ser invitado por el rey, se acerque a él en el patio interior, hay una sola ley: la pena de muerte. La única excepción es que el rey, extendiendo su cetro de oro, le perdone la vida. En cuanto a mí, hace ya treinta días que el rey no me ha pedido presentarme ante él».

Ester 5:1

Al tercer día, Ester se puso sus vestiduras reales y fue a pararse en el patio interior del palacio, frente a la sala del rey. El rey estaba sentado allí en su trono real, frente a la puerta de entrada.

Ester 5:14

Su esposa Zeres y todos sus amigos le dijeron: —Haz que se coloque una horca de cincuenta codos de altura, y por la mañana pídele al rey que cuelgue en ella a Mardoqueo. Así podrás ir contento al banquete con el rey. La sugerencia agradó a Amán y mandó que se colocara la horca.

Ester 6:3

—¿Qué honor o reconocimiento ha recibido Mardoqueo por esto? —preguntó el rey. —No se ha hecho nada por él —respondieron sus ayudantes personales.

Ester 6:5

Sus ayudantes respondieron: —El que anda en el patio es Amán. —¡Que pase! —ordenó el rey.

Ester 7:9

Y Jarboná, uno de los eunucos que atendían al rey, dijo: —Hay una horca de cincuenta codos de altura, junto a la casa de Amán. Él mandó colocarla para Mardoqueo, el que intervino en favor del rey. —¡Cuélguenlo en ella! —ordenó el rey.

Job 5:13

Él atrapa a los sabios en su propia astucia, y desbarata los planes de los malvados.

Salmos 2:4

El que está en el trono de los cielos se ríe; el Señor se burla de ellos.

Salmos 33:19

Él los libra de la muerte y en épocas de hambre los mantiene con vida.

Eclesiastés 9:10

Y todo lo que te venga a la mano, hazlo con todo empeño; porque en los dominios de la muerte, adonde te diriges, no hay trabajo ni planes ni conocimiento ni sabiduría.