Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Eclesiastés 1:8 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

8 Todas las cosas cansan más de lo que es posible expresar. Ni se sacian los ojos de ver ni se hartan los oídos de oír.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

8 Todas las cosas son fatigosas más de lo que el hombre puede expresar; nunca se sacia el ojo de ver, ni el oído de oír.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Todo es tan tedioso, imposible de describir. No importa cuánto veamos, nunca quedamos satisfechos. No importa cuánto oigamos, nada nos tiene contentos.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Hay mucho que decir, uno se cansaría de tanto hablar; El ojo no terminará de ver, el oído nunca terminará de oír,

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

8 Todas las cosas son fatigosas, Más de lo que el hombre puede expresar. El ojo nunca se sacia de ver, Ni el oído se harta de oír.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Todas las cosas dan fastidio. Nadie podrá decir que no se cansa el ojo de ver ni el oído se harta de escuchar.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

8 Todas las cosas son fatigosas, más de lo que el hombre puede expresar. No se sacia el ojo de ver, ni el oído se sacia de oír.

Ver Capítulo Copiar




Eclesiastés 1:8
16 Referencias Cruzadas  

Mi alma quedará satisfecha como de un suculento banquete, y con labios jubilosos te alabará mi boca.


La Muerte y el Destructor jamás se dan por satisfechos, y tampoco los ojos del hombre.


Todos los ríos van a dar al mar, pero el mar jamás se llena. A su punto de origen vuelven los ríos, para de allí volver a fluir.


Luego observé todas mis obras y el trabajo que me había costado realizarlas. Vi que todo era vanidad, un correr tras el viento, y que no había provecho bajo el sol.


En realidad, Dios da sabiduría, conocimientos y alegría a quien es de su agrado; en cambio, al pecador le impone la tarea de acumular más y más, para luego dárselo todo a quien es de su agrado. Y también esto es vanidad; ¡es correr tras el viento!


Vi a un hombre solitario, sin hijos ni hermanos. Nunca dejaba de afanarse; ¡jamás le parecían demasiadas sus riquezas! «¿Para quién trabajo tanto», se preguntó, «y me abstengo de las cosas buenas?». ¡También esto es vanidad y una penosa tarea!


Mucho trabaja el hombre para comer, pero nunca se sacia.


Ustedes esperan mucho, pero cosechan poco; lo que almacenan en su casa, yo lo disipo de un soplo. ¿Por qué? ¡Porque mi casa está en ruinas, mientras ustedes solo se ocupan de la suya!», afirma el Señor de los Ejércitos.


»Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados; yo les daré descanso.


Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos