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Eclesiastés 1:13 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

13 Y me dediqué de lleno a explorar e investigar con sabiduría todo cuanto se hace bajo el cielo. ¡Penosa tarea ha impuesto Dios al género humano para abrumarlo con ella!

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

13 Y di mi corazón a inquirir y a buscar con sabiduría sobre todo lo que se hace debajo del cielo; este penoso trabajo dio Dios a los hijos de los hombres, para que se ocupen en él.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Me dediqué a buscar el entendimiento y a investigar con sabiduría todo lo que se hacía debajo del cielo. Pronto descubrí que Dios le había dado una existencia trágica al género humano.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 y me dediqué a investigar y comprender todo lo que se hace bajo el sol. Pero es una tarea ingrata que Dios ha dado a los hombres: todo es para humillarlos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 entonces apliqué mi corazón a inquirir e investigar, con sabiduría, todo lo que se hace debajo de los cielos, tarea penosa que ’Elohim° ha impuesto a los hijos del hombre para que sean afligidos con ella.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 me propuse inquirir y averiguar con sabiduría cuanto se hace bajo el cielo. ¡Dura tarea que Dios impuso a los hombres!

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

13 Y di mi corazón a inquirir y buscar con sabiduría sobre todo lo que se hace debajo del cielo; este penoso trabajo dio Dios a los hijos de los hombres, para que se ocupen en él.

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Eclesiastés 1:13
22 Referencias Cruzadas  

Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la misma tierra de la cual fuiste sacado. Porque polvo eres y al polvo volverás».


El minero ha puesto fin a las tinieblas: hurga en los rincones más apartados; busca piedras en la más densa oscuridad.


Grandes son las obras del Señor; estudiadas por todos los que en ellas se deleitan.


El egoísta busca su propio bien; contra todo sano juicio inicia un pleito.


El corazón prudente adquiere conocimiento; los oídos de los sabios procuran hallarlo.


Dame, hijo mío, tu atención y no pierdas de vista mi ejemplo.


La gloria de Dios es ocultar un asunto y la gloria de los reyes es investigarlo.


La sabiduría es lo primero. ¡Adquiere sabiduría! Por sobre todas las posesiones, adquiere discernimiento.


Me he dedicado de lleno a la comprensión de la sabiduría, y hasta conozco la necedad y la insensatez. ¡Pero aun esto es querer alcanzar el viento!


Así como no sabes por dónde va el viento ni cómo se forma el niño en el vientre de la madre, tampoco entiendes la obra de Dios, el Creador de todas las cosas.


Además de ellas, hijo mío, ten presente que el hacer muchos libros es algo interminable y que el mucho leer causa fatiga.


Todos sus días están plagados de sufrimientos y tareas frustrantes; ni siquiera de noche descansa su mente. ¡Y también esto es vanidad!


En realidad, Dios da sabiduría, conocimientos y alegría a quien es de su agrado; en cambio, al pecador le impone la tarea de acumular más y más, para luego dárselo todo a quien es de su agrado. Y también esto es vanidad; ¡es correr tras el viento!


He visto la tarea que Dios ha impuesto al género humano para abrumarlo con ella.


Dios hizo todo hermoso en su tiempo, luego puso en la mente humana la noción de eternidad, aun cuando el hombre no alcanza a comprender la obra que Dios realiza de principio a fin.


Vi, además, que tanto el afán como el éxito en la vida despiertan envidias. Y también esto es vanidad; ¡es correr tras el viento!


Vi a un hombre solitario, sin hijos ni hermanos. Nunca dejaba de afanarse; ¡jamás le parecían demasiadas sus riquezas! «¿Para quién trabajo tanto», se preguntó, «y me abstengo de las cosas buenas?». ¡También esto es vanidad y una penosa tarea!


Volví entonces mi atención hacia el conocimiento para investigar e indagar acerca de la sabiduría y la razón de las cosas; entonces me di cuenta de la insensatez de la maldad y la locura de la necedad.


Todo esto vi al dedicarme de lleno a conocer todo lo que se hace bajo el sol: hay veces que el ser humano domina a otros para su propio mal.


Sé diligente en estos asuntos; entrégate de lleno a ellos, de modo que todos puedan ver que estás progresando.


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