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Daniel 8:13 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

13 »Escuché entonces que uno de los santos hablaba y que otro le preguntaba: “¿Cuánto tiempo va a tardar lo anunciado en esta visión: el sacrificio diario, la rebeldía desoladora, la entrega del santuario y la humillación del ejército?”.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

13 Entonces oí a un santo que hablaba; y otro de los santos preguntó a aquel que hablaba: ¿Hasta cuándo durará la visión del continuo sacrificio, y la prevaricación asoladora entregando el santuario y el ejército para ser pisoteados?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Entonces oí a dos seres santos que hablaban entre sí. Uno de ellos preguntó: —¿Cuánto tiempo durarán los sucesos de esta visión? ¿Por cuánto tiempo la rebelión que causa profanación detendrá los sacrificios diarios? ¿Por cuánto tiempo pisotearán el templo y al ejército celestial?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Oí entonces a un Santo que hablaba y a otro Santo que le hizo esta pregunta: '¿Hasta cuándo durará lo que anuncia esta visión: el sacrificio perpetuo suprimido, la Abominación erigida y el lugar santo y el ejército pisoteados?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 Entonces oí hablar a cierto santo, y otro santo preguntó a aquel que hablaba: ¿Hasta cuándo° durará la visión del continuo sacrificio, y la prevaricación asoladora entregando el santuario y el ejército para ser pisoteados?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Luego oí hablar a un santo, y otro santo dijo al que hablaba: '¿Hasta cuándo durará la visión: el sacrificio perpetuo abolido, la iniquidad desoladora, el santuario y el ejército pisoteados?'.

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Daniel 8:13
38 Referencias Cruzadas  

¿Hasta cuándo, Dios, te insultará el adversario? ¿Por siempre ofenderá tu nombre el enemigo?


Ya no vemos señales milagrosas; ya no hay ningún profeta y ni siquiera sabemos hasta cuándo durará todo esto.


¿Hasta cuándo, Señor? ¿Vas a estar enojado para siempre? ¿Arderá tu celo como el fuego?


Se anulará el convenio que hicieron con la muerte; quedará sin efecto su alianza con el sepulcro. Cuando venga la calamidad abrumadora, a ustedes los aplastará.


Entonces exclamé: —¿Hasta cuándo, Señor? Y él respondió: —Hasta que las ciudades queden destruidas y sin habitante alguno; hasta que las casas queden deshabitadas y los campos asolados y en ruinas;


Tu pueblo poseyó por un tiempo tu santuario, pero ahora lo han pisoteado nuestros enemigos.


Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía reposará sobre sus hombros y se le darán estos nombres: Consejero Admirable, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.


Muchos pastores han destruido mi viña, han pisoteado mi terreno; han hecho de mi hermosa parcela un desierto desolado.


»”Sus soldados se dedicarán a profanar la fortaleza del Templo, suspenderán el sacrificio diario y luego establecerán la abominación que causa destrucción.


A partir del momento en que se suspenda el sacrificio diario y se establezca la abominación que causa destrucción, transcurrirán mil doscientos noventa días.


»Aunque escuché lo que dijo ese hombre, no pude entenderlo, así que pregunté: “Señor, ¿en qué va a parar todo esto?”.


Mientras reposaba en mi lecho tuve esta visión: Veía ante mí un árbol de altura impresionante, plantado en medio de la tierra.


»En la visión que tuve mientras reposaba en mi lecho, vi ante mí a un mensajero santo que descendía del cielo


»Su Majestad veía que del cielo bajaba un mensajero santo, el cual le ordenaba derribar el árbol, destruirlo y dejarlo enterrado para que se empapara con el rocío del cielo, aunque tenía que sujetar con hierro y bronce el tronco y las raíces. De esta manera, viviría como las bestias del campo hasta que transcurrieran siete años.


Entonces me acerqué a uno de los que estaban allí, y le pregunté el verdadero significado de todo esto. »Y esta fue su interpretación:


»Esta fue la explicación que me dio: “La cuarta bestia es un cuarto reino que surgirá en este mundo. Será diferente a los otros reinos; devorará toda la tierra, la aplastará y la pisoteará.


Durante una semana ese gobernante hará un pacto con muchos, pero a media semana pondrá fin a los sacrificios y ofrendas. Y en el Templo establecerá la abominación que causa destrucción, hasta que sobrevenga el desastroso fin que le ha sido decretado”».


Pregunté entonces al ángel que hablaba conmigo: «¿Qué significan estos cuernos?». Y el ángel me respondió: «Estos cuernos son los poderes que dispersaron a Judá, a Israel y a Jerusalén».


Ustedes huirán por el valle de mi monte, porque se extenderá hasta Asal. Huirán como huyeron del terremoto en los días de Uzías, rey de Judá. Entonces vendrá el Señor mi Dios acompañado de todos los santos.


»Mi Padre me ha entregado todas las cosas. Nadie conoce al Hijo, sino el Padre; nadie conoce al Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera revelarlo.


»Así que, cuando vean en el lugar santo “la abominación que causa destrucción”, de la que habló el profeta Daniel (el que lee, que lo entienda),


»Ahora bien, cuando vean “la abominación que causa destrucción” donde no debe estar (el que lee, que lo entienda), entonces los que estén en Judea huyan a las montañas.


»Mi Padre me ha entregado todas las cosas. Nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre; nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera revelarlo».


»Ahora bien, cuando vean a Jerusalén rodeada de ejércitos, sepan que su destrucción ya está cerca.


Caerán a filo de espada y los llevarán cautivos a todas las naciones. Los que no son judíos pisotearán a Jerusalén, hasta que se cumplan los tiempos señalados para ellos.


A Dios nadie lo ha visto nunca; el Hijo único, que es Dios y que vive en unión íntima con el Padre, nos lo ha dado a conocer.


Les dijo: «Vino el Señor desde el Sinaí, vino sobre su pueblo, como aurora, desde Seír; resplandeció desde el monte Parán. Llegó con millares de santos desde el sur, desde las laderas de sus montañas.


Que los fortalezca interiormente para que, cuando nuestro Señor Jesús venga con todos los que han creído en él, la santidad de ustedes sea intachable delante de nuestro Dios y Padre.


¿Cuánto mayor castigo piensan ustedes que merece el que ha pisoteado al Hijo de Dios, que ha profanado la sangre del pacto por la cual había sido santificado y que ha insultado al Espíritu de la gracia?


A ellos se les reveló que no se estaban sirviendo a sí mismos, sino que les servían a ustedes. Hablaban de las cosas que ahora les han anunciado los que les predicaron acerca de las buenas noticias por medio del Espíritu Santo enviado del cielo. Aun los mismos ángeles anhelan contemplar esas cosas.


También Enoc, el séptimo patriarca a partir de Adán, profetizó acerca de ellos: «Miren, el Señor viene con millares y millares de sus santos,


Pero no incluyas el atrio exterior del templo; no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles, los cuales pisotearán la ciudad santa durante cuarenta y dos meses.


Gritaban a gran voz: «¿Hasta cuándo, soberano Señor, santo y veraz, seguirás sin juzgar a los habitantes de la tierra y sin vengar nuestra muerte?».


—¿Por qué me preguntas mi nombre? —respondió el ángel del Señor—. Es un misterio maravilloso.


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