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Daniel 3:18 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

18 Pero incluso si no lo hace, queremos que sepa, Su Majestad, que no serviremos a sus dioses ni adoraremos la estatua que usted ha erigido.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

18 Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 pero aunque no lo hiciera, deseamos dejar en claro ante usted que jamás serviremos a sus dioses ni rendiremos culto a la estatua de oro que usted ha levantado.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Pero si no lo quiere, has de saber que no serviremos a tus dioses ni adoraremos la estatua de oro que erigiste'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 y aunque no lo haga, oh rey, entiende que tampoco daremos culto a tus dioses, ni nos postraremos ante la estatua que hiciste levantar.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Pero en el caso de que no lo haga, has de saber, ¡oh rey!, que ni aun entonces veneraremos a tus dioses ni adoraremos la estatua de oro que has erigido'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

18 Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua de oro que has levantado.

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Daniel 3:18
20 Referencias Cruzadas  

Él respondió: —Me consume mi amor por ti, Señor Dios de los Ejércitos. Los israelitas han rechazado tu pacto, han derribado tus altares y a tus profetas los han matado a filo de espada. Yo soy el único que ha quedado con vida, ¡y ahora quieren matarme a mí también!


Sin embargo, yo preservaré a siete mil israelitas que no se han arrodillado ante Baal ni lo han besado.


¡Que me mate, en él tengo mi esperanza! Pero en su propia cara defenderé mi conducta.


El malvado huye aunque nadie lo persiga; pero el justo vive confiado como un león.


Entonces exclamó Nabucodonosor: «¡Alabado sea el Dios de Sadrac, Mesac y Abednego, que envió a su ángel y los salvó! Ellos confiaron en él y, desafiando la orden real, optaron por la muerte antes que honrar o adorar a otro dios que no fuera el suyo.


»No se vuelvan a los ídolos inútiles, ni se hagan dioses de metal fundido. Yo soy el Señor su Dios.


No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman más bien al que puede destruir alma y cuerpo en el infierno.


El que se aferre a su vida la perderá; y el que pierda su vida por mi causa la encontrará.


Él contestó: «Al atardecer, ustedes dicen que hará buen tiempo porque el cielo está rojizo


Pero Pedro y Juan replicaron: —¿Es justo delante de Dios obedecerlos a ustedes en vez de obedecerlo a él? ¡Júzguenlo ustedes mismos!


Prefirió ser maltratado con el pueblo de Dios a disfrutar de los efímeros placeres del pecado.


Pero si les parece mal servir al Señor, elijan ustedes mismos a quiénes van a servir: a los dioses que sirvieron sus antepasados al otro lado del río Éufrates o a los dioses de los amorreos, en cuya tierra ustedes ahora habitan. Por mi parte, mi familia y yo serviremos al Señor».


Ellos lo han vencido por medio de la sangre del Cordero y por el mensaje del cual dieron testimonio; no valoraron tanto su vida como para evitar la muerte.


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