Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Daniel 10:11 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

11 y me dijo: “Levántate, Daniel, pues he sido enviado a verte. Tú eres muy apreciado, así que presta atención a lo que voy a decirte”. »En cuanto aquel hombre me habló, me puse de pie temblando.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

11 Y me dijo: Daniel, varón muy amado, está atento a las palabras que te hablaré, y ponte en pie; porque a ti he sido enviado ahora. Mientras hablaba esto conmigo, me puse en pie temblando.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Entonces el hombre me dijo: «Daniel, eres muy precioso para Dios, así que presta mucha atención a lo que tengo que decirte. Ponte de pie, porque me enviaron a ti». Cuando me dijo esto, me levanté, todavía temblando.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

11 El hombre me dijo: 'Daniel, toma en serio las palabras que te digo y manténte de pie, he sido enviado hasta ti porque tú eres amado de Dios'. Cuando me hubo hablado así, pude ponerme de pie aunque seguía temblando.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

11 Y me dijo: Daniel, varón muy amado, está atento a las palabras que te hablaré, y ponte en pie, porque a ti he sido enviado ahora. Y cuando me hubo dicho esa palabra, me puse en pie temblando.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 y me dijo: 'Daniel, hombre apreciado, fíjate en las palabras que voy a decirte y ponte de pie en el lugar en que estás, pues ahora he sido enviado a ti'. Mientras me decía estas palabras, me puse de pie, temblando.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

11 Y me dijo: Daniel, varón muy amado, está atento a las palabras que te hablaré, y levántate sobre tus pies; porque a ti he sido enviado ahora. Y cuando él hablaba conmigo estas palabras, yo me puse de pie, temblando.

Ver Capítulo Copiar




Daniel 10:11
15 Referencias Cruzadas  

»Al llegar a este punto, mi corazón se acelera como si fuera a salírseme del pecho.


El rey está cautivado por tu hermosura; él es tu señor: póstrate ante él.


Yo soy de mi amado y él me desea con pasión.


Y si Noé, Daniel y Job vivieran en ese país, solo ellos se salvarían por su justicia. Lo afirmo yo, el Señor y Dios.


Esa voz me dijo: «Hijo de hombre, ponte en pie, que voy a hablarte».


Dijo: “No temas, eres muy apreciado. ¡La paz sea contigo! ¡Sé fuerte, sé fuerte!”. »Mientras él me hablaba, yo fui fortaleciéndome y dije: “¡Habla, mi señor!, porque me has fortalecido”.


En todo ese tiempo no comí nada especial, ni probé carne ni vino, ni usé ningún perfume.


Temblorosas y desconcertadas, las mujeres salieron huyendo del sepulcro. No dijeron nada a nadie porque tenían miedo.


Uno de ellos, el discípulo a quien Jesús amaba, estaba reclinado sobre él.


Al volverse, Pedro vio que los seguía el discípulo a quien Jesús amaba, el mismo que en la cena se había reclinado sobre Jesús y había dicho: «Señor, ¿quién es el que va a traicionarte?».


Ahora, ponte en pie. Me he aparecido a ti con el fin de designarte siervo y testigo de lo que has visto de mí y de lo que te voy a revelar.


Levántate y entra en la ciudad, que allí se te dirá lo que tienes que hacer.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos