Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Apocalipsis 3:17 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

17 Dices: “Soy rico, me he enriquecido y no me hace falta nada”; pero no te das cuenta de cuán infeliz y miserable, pobre, ciego y desnudo eres tú.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

17 Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Tú dices: “Soy rico, tengo todo lo que quiero, ¡no necesito nada!”. Y no te das cuenta de que eres un infeliz y un miserable; eres pobre, ciego y estás desnudo.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Tú piensas: 'Soy rico, tengo de todo, nada me falta'. Y no te das cuenta de que eres un infeliz, digno de compasión, pobre, ciego y desnudo.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

17 Porque dices: ¡Soy rico, me he enriquecido y no tengo necesidad de nada! Y no sabes que eres un desventurado y un miserable, pobre, ciego y desnudo.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Porque dices: soy rico. Me he enriquecido y de nada tengo necesidad. Y no adviertes que eres tú el desdichado y miserable y pobre y ciego y desnudo.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

17 Porque tú dices: Yo soy rico, y estoy enriquecido, y no tengo necesidad de nada; y no sabes que tú eres un desventurado, y miserable, y pobre, y ciego, y desnudo.

Ver Capítulo Copiar




Apocalipsis 3:17
26 Referencias Cruzadas  

En ese momento los ojos de ambos fueron abiertos y tomaron conciencia de su desnudez. Por eso, para cubrirse entretejieron hojas de higuera.


Fue así como, por causa del becerro que había hecho Aarón, el Señor lanzó una plaga sobre el pueblo.


Hay quien pretende ser rico y no tiene nada; hay quien parece ser pobre y todo lo tiene.


Porque teniendo mucho, podría desconocerte y decir: “¿Y quién es el Señor?”. Y teniendo poco, podría llegar a robar y deshonrar así el nombre de mi Dios.


¿Quién es más ciego que mi siervo y más sordo que mi mensajero? ¿Quién es más ciego que mi enviado y más ciego que el siervo del Señor?


»Pero ustedes, los de esta generación, presten atención a la palabra del Señor: »¿Acaso he sido para Israel un desierto o una tierra tenebrosa? ¿Por qué dice mi pueblo: “Somos libres, nunca más volveremos a ti”?


Efraín dice con jactancia: «¡Cómo me he enriquecido! ¡He amasado una gran fortuna! En todas mis ganancias no encontrarán que haya pecado en algo».


Quienes las compran las matan impunemente y quienes las venden dicen: “¡Bendito sea el Señor, porque me he enriquecido!”. Ni sus propios pastores se compadecen de ellas.


«Dichosos los pobres en espíritu, porque el reino de los cielos les pertenece.


Al oír esto, Jesús contestó: —No son los sanos los que necesitan médico, sino los enfermos.


A los hambrientos los colmó de bienes y a los ricos los despidió con las manos vacías.


»Pero ¡ay de ustedes los ricos, porque ya han recibido su consuelo!


De acuerdo. Pero ellas fueron desgajadas por su falta de fe y tú por la fe te mantienes firme. Así que no seas arrogante, sino temeroso;


Hermanos, quiero que entiendan este misterio para que no se vuelvan presuntuosos. Parte de Israel se ha endurecido y así permanecerá hasta que haya entrado la totalidad de los no judíos.


Por la gracia que se me ha dado, digo a todos ustedes: Nadie tenga un concepto de sí más alto que el que debe tener, sino más bien piense de sí mismo con moderación, según la medida de fe que Dios le haya dado.


¡Soy un pobre miserable! ¿Quién me librará de este cuerpo sujeto a la muerte?


En cambio, el que no las tiene es tan corto de vista que ya ni ve y se olvida de que ha sido purificado de sus antiguos pecados.


«¡Cuidado! ¡Vengo como un ladrón! Dichoso el que se mantenga despierto, con su ropa a la mano, no sea que ande desnudo y sufra vergüenza por su desnudez».


»Conozco tus sufrimientos y tu pobreza. ¡Sin embargo, eres rico! Sé cómo te calumnian los que se autodenominan judíos y no lo son, pues solo son una sinagoga de Satanás.


Por tanto, como no eres ni frío ni caliente, sino tibio, estoy por vomitarte de mi boca.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos