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Apocalipsis 14:11 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

11 El humo de ese tormento sube por los siglos de los siglos. No habrá descanso ni de día ni de noche para el que adore a la bestia y su imagen ni para quien se deje poner la marca de su nombre».

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

11 y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 El humo de su tormento subirá por siempre jamás, y no tendrán alivio ni de día ni de noche, porque adoraron a la bestia y a su estatua y aceptaron la marca de su nombre».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 No hay reposo, ni de día ni de noche, para los que adoran a la bestia y a su imagen, ni para quienes se dejan marcar con la marca de su nombre. El humo de su tormento se eleva por los siglos de los siglos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 y el humo de su tormento sube por siglos y siglos,° y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, y cualquiera que recibe la marca de su nombre!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 El humo de su tormento sube por los siglos de los siglos; y no tienen reposo ni de día ni de noche los que adoran la bestia y su imagen y reciben la marca de su nombre'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

11 Y el humo del tormento de ellos sube para siempre jamás; y los que adoran a la bestia y a su imagen no tienen reposo ni de día ni de noche, ni cualquiera que reciba la marca de su nombre.

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Apocalipsis 14:11
30 Referencias Cruzadas  

Volvió la mirada hacia Sodoma y Gomorra, y hacia toda la llanura, y vio que de la tierra subía humo, como de un horno.


El Señor es Rey eterno; los paganos serán borrados de su tierra.


Te exaltaré, mi Dios y Rey; por siempre bendeciré tu nombre.


¡El Señor reina por siempre y para siempre!


Los pecadores están aterrados en Sión; el temblor atrapa a los impíos: «¿Quién de nosotros puede habitar en el fuego consumidor? ¿Quién de nosotros puede habitar en la hoguera eterna?».


Ni de día ni de noche se extinguirá y su humo subirá por siempre. Quedará desolada por todas las generaciones; nunca más transitará nadie por ella.


Porque el Señor celebra un día de venganza, un año de retribución para defender la causa de Sión.


«pero los malvados son como el mar agitado, que no puede calmarse, cuyas olas arrojan fango y lodo.


Todo el que no se incline ante ella ni la adore será arrojado de inmediato a un horno en llamas».


En el cielo y en la tierra mostraré prodigios: sangre, fuego y columnas de humo.


»Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados; yo les daré descanso.


»Luego dirá a los que estén a su izquierda: “Apártense de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.


»Aquellos irán al castigo eterno y los justos a la vida eterna».


En esas naciones no hallarás paz ni descanso. El Señor mantendrá angustiado tu corazón; tus ojos se cansarán de anhelar y tu corazón perderá toda esperanza.


Pero con respecto al Hijo dice: «Tu trono, oh Dios, permanece para siempre; el cetro de tu reino es cetro de justicia.


Tocó el séptimo ángel su trompeta y en el cielo resonaron fuertes voces que decían: «El reino del mundo ha pasado a ser de nuestro Señor y de su Cristo, y él reinará por los siglos de los siglos».


Ejercía toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella y hacía que la tierra y sus habitantes adoraran a la primera bestia, cuya herida mortal había sido sanada.


Se le permitió infundir vida a la imagen de la primera bestia, para que hablara y mandara matar a quienes no adoraran la imagen.


para que nadie pudiera comprar ni vender, a menos que llevara la marca que es el nombre de la bestia o el número de ese nombre.


Los seguía un tercer ángel que clamaba a grandes voces: «Si alguien adora a la bestia y a su imagen, y se deja poner en la frente o en la mano la marca de la bestia,


Al ver el humo del fuego que la consume, exclamarán: «¿Qué otra ciudad podría compararse con esta gran ciudad?».


Cuando los reyes de la tierra que cometieron adulterio con ella y compartieron su lujo vean el humo del fuego que la consume, llorarán de dolor por ella.


Y volvieron a exclamar: «¡Aleluya! El humo de ella sube por los siglos de los siglos».


El diablo, que los había engañado, será arrojado al lago de fuego y azufre, donde están también la bestia y el falso profeta. Allí serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.


Ya no habrá noche; no necesitarán luz de lámpara ni de sol, porque el Señor Dios los alumbrará. Y reinarán por los siglos de los siglos.


diciendo: «¡Amén! La alabanza, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, la honra, el poder y la fortaleza son de nuestro Dios por los siglos de los siglos. ¡Amén!».


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