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2 Samuel 24:20 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

20 Arauna se asomó y al ver que el rey y sus oficiales se acercaban, salió a recibirlo y rostro en tierra se postró delante de él.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

20 y Arauna miró, y vio al rey y a sus siervos que venían hacia él. Saliendo entonces Arauna, se inclinó delante del rey, rostro a tierra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

20 Cuando Arauna vio al rey y a sus hombres acercándose, salió y se inclinó ante el rey rostro en tierra.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

20 Ahora bien Arauna estaba mirando, vio al rey y a sus servidores que venían donde él. Arauna salió y se postró con el rostro en tierra delante del rey,

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La Biblia Textual 3a Edicion

20 Y tendiendo la vista, Arauna vio al rey y a sus siervos que avanzaban hacia él; y saliendo Arauna, se postró rostro en tierra ante el rey.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 Alzó la mirada Arauná y vio al rey y a sus servidores, que avanzaban hacia él. Salió y se postró ante el rey, rostro en tierra.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

20 Y mirando Arauna, vio al rey y a sus siervos que pasaban a él. Saliendo entonces Arauna, se inclinó delante del rey rostro a tierra.

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2 Samuel 24:20
7 Referencias Cruzadas  

Abraham alzó la vista y vio a tres hombres de pie cerca de él. Al verlos, corrió desde la entrada de la tienda a saludarlos. Postrándose en tierra,


Al tercer día, llegó a Siclag un hombre que venía del campamento de Saúl. En señal de duelo se presentó ante David con la ropa rasgada y la cabeza cubierta de ceniza, y se postró rostro en tierra.


David se puso en camino, tal como el Señor se lo había ordenado por medio de Gad.


—Mi señor y rey —dijo Arauna—, ¿a qué debo el honor de su visita? —Quiero comprarte el lugar donde limpias el trigo —respondió David— y construir un altar al Señor, a fin de que se detenga la plaga que está afligiendo al pueblo.


Mefiboset se postró y dijo: —¿Y quién es este siervo suyo para que usted se fije en él? ¡Si no valgo más que un perro muerto!


Rut se inclinó, se postró rostro en tierra y exclamó: —¿Cómo es que le he caído tan bien a usted, hasta el punto de fijarse en mí, siendo solo una extranjera?


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