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2 Samuel 24:17 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

17 David, al ver que el ángel destruía a la gente, dijo al Señor: «¿Qué culpa tienen estas ovejas? ¡Soy yo el que ha pecado! ¡Soy yo el que ha hecho mal! ¡Descarga tu mano sobre mí y sobre mi familia!».

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

17 Y David dijo a Jehová, cuando vio al ángel que destruía al pueblo: Yo pequé, yo hice la maldad; ¿qué hicieron estas ovejas? Te ruego que tu mano se vuelva contra mí, y contra la casa de mi padre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Cuando David vio al ángel, le dijo al Señor: «¡Soy yo el que pecó e hizo el mal! Pero estas personas son tan inocentes como ovejas, ¿qué han hecho? Que tu enojo caiga sobre mí y mi familia».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Cuando David vio al ángel que castigaba a la población, se volvió hacia Yavé y le dijo: 'Yo pequé, yo cometí esa gran falta, pero ¿qué hizo el rebaño? Que tu mano se abata sólo sobre mí y la casa de mi padre'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Y David, cuando vio al ángel herir al pueblo, habló a YHVH, y dijo: Yo mismo soy el que ha pecado, y yo soy el que ha obrado perversamente; pero estas ovejas, ¿qué han hecho? ¡Sea ahora tu mano contra mí y contra la casa de mi padre!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Cuando David vio al ángel haciendo estragos en el pueblo, dijo a Yahveh: 'Yo, yo fui quien pecó; fui yo quien delinquió. Pero este rebaño, ¿qué ha hecho? ¡Descarga tu mano sobre mí y sobre la casa de mi padre!'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

17 Y David dijo a Jehová, cuando vio al ángel que hería al pueblo: Yo pequé, yo hice la maldad; ¿qué hicieron estas ovejas? Te ruego que tu mano se torne contra mí, y contra la casa de mi padre.

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2 Samuel 24:17
23 Referencias Cruzadas  

Entonces Abraham se acercó y le dijo: —¿De veras vas a exterminar al justo junto con el malvado?


»Por eso, permita usted que yo me quede como esclavo suyo en lugar de mi hermano menor y que él regrese con sus hermanos.


—¡He pecado contra el Señor! —reconoció David ante Natán. —El Señor ha perdonado ya tu pecado y no morirás —contestó Natán—.


Entonces le remordió a David la conciencia por haber realizado este censo militar y dijo al Señor: «He cometido un pecado muy grande. He actuado como un necio. Yo te ruego, Señor, que perdones la maldad de tu siervo».


»Pues bien, dile a mi siervo David que así dice el Señor de los Ejércitos: “Yo te saqué del redil para que, en vez de cuidar ovejas, gobernaras a mi pueblo Israel.


Ante esto, Micaías concedió: —Vi a todo Israel esparcido por las colinas como ovejas sin pastor. Y el Señor dijo: “Esta gente no tiene amo. ¡Que cada cual se vaya a su casa en paz!”.


Por tanto, me retracto y me arrepiento en polvo y ceniza».


Si he pecado, ¿en qué te afecta, vigilante de los mortales? ¿Por qué te ensañas conmigo? ¿Acaso te soy una carga?


Pero te confesé mi pecado y no te oculté mi maldad. Me dije: «Voy a confesar mis transgresiones al Señor». Y tú perdonaste la culpa de mi pecado. Selah


Nos has entregado para que nos devoren como ovejas nos has dispersado entre las naciones.


¿Por qué, oh Dios, nos has rechazado para siempre? ¿Por qué se ha encendido tu ira contra las ovejas de tu prado?


y lo quitó de andar arreando los rebaños para que fuera el pastor de Jacob, su pueblo; el pastor de Israel, su herencia.


El faraón mandó llamar a Moisés y a Aarón a toda prisa y les dijo: «He pecado contra el Señor su Dios y contra ustedes.


Entonces grité: «¡Ay de mí, que estoy perdido! Soy un hombre de labios impuros y vivo en medio de un pueblo de labios impuros y mis ojos han visto al Rey, al Señor de los Ejércitos».


—Tómenme y láncenme al mar, verán que el mar se calmará —les respondió—. Yo sé bien que por mi culpa se ha desatado sobre ustedes esta terrible tormenta.


»¡Despierta, espada, contra mi pastor, contra mi compañero!», afirma el Señor de los Ejércitos. «Hiere al pastor para que se dispersen las ovejas y vuelva yo mi mano contra los pequeños.


Pero Moisés y Aarón se postraron rostro en tierra y exclamaron: —Oh Dios, Dios de toda la humanidad: un solo hombre ha pecado, ¿y vas tú a enojarte con todos ellos?


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