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2 Samuel 19:39 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

39 La gente y el rey cruzaron el Jordán. Luego el rey le dio un beso a Barzilay y lo bendijo, y Barzilay volvió a su pueblo.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

39 Y todo el pueblo pasó el Jordán; y luego que el rey hubo también pasado, el rey besó a Barzilai, y lo bendijo; y él se volvió a su casa.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

39 Luego toda la gente cruzó el Jordán junto con el rey. Después que David lo hubo bendecido y besado, Barzilai regresó a su propia casa.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

39 El rey le dijo: 'Muy bien, que Quinján se quede conmigo. Haré para él lo que tú quieras y todo lo que me pidas lo haré por ti'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

39 Y toda la gente cruzó el Jordán, y pasó también el rey. Luego el rey besó a Barzilai y lo bendijo, y él volvió a su lugar.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

39 Respondió el rey: 'Que venga conmigo Quinhán, y yo haré en favor suyo lo que mejor te pareciere, pues te concederé todo lo que me pidas'.

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2 Samuel 19:39
18 Referencias Cruzadas  

Luego bendijo a Abram con estas palabras: «¡Que el Dios Altísimo, Creador del cielo y de la tierra, bendiga a Abram!


Que el Dios Todopoderoso te bendiga, te haga fecundo y haga que salgan de ti numerosas naciones.


A la madrugada del día siguiente Labán se levantó, besó y bendijo a sus nietos y a sus hijas, y regresó a su casa.


Luego José, bañado en lágrimas, besó a todos sus hermanos. Solo entonces se animaron ellos a hablarle.


Luego Jacob se despidió del faraón, lo bendijo y se retiró de su presencia.


Luego José llevó a Jacob, su padre, y se lo presentó al faraón. Jacob saludó al faraón y lo bendijo;


—No, hijo mío —respondió el rey—. No debemos ir todos, pues te seríamos una carga. Absalón insistió, pero el rey no quiso ir; sin embargo, le dio su bendición.


Joab fue a comunicárselo al rey. Este mandó llamar a Absalón, quien se presentó ante el rey, hizo una reverencia y se postró rostro en tierra. A su vez, el rey recibió a Absalón con un beso.


—Está bien —respondió el rey—, Quimán irá conmigo y haré por él lo que me pides. Y a ti te daré todo lo que quieras.


Después de ofrecer los holocaustos y los sacrificios de comunión, David bendijo al pueblo en el nombre del Señor de los Ejércitos.


Cuando David volvió para bendecir a su familia, Mical, la hija de Saúl, salió al encuentro y le reprochó: —¡Qué distinguido se ha visto hoy el rey de Israel desnudándose como un cualquiera en presencia de las esclavas de sus oficiales!


Entonces Eliseo dejó sus bueyes y corrió tras Elías. —Permítame despedirme de mi padre y de mi madre con un beso —dijo él—, y luego lo seguiré. —Anda, ve —respondió Elías—. Yo no te lo voy a impedir.


Después de esto Balán se levantó y volvió a su tierra. También Balac se fue por su camino.


Simeón les dio su bendición y dijo a María, la madre de Jesús: «Este niño está destinado a causar la caída y el levantamiento de muchos en Israel, y a crear mucha oposición,


Todos lloraban inconsolablemente mientras lo abrazaban y lo besaban.


Saluden a todos los hermanos con un beso santo.


Una vez más alzaron la voz, deshechas en llanto. Luego Orfa se despidió de su suegra con un beso, pero Rut se aferró a ella.


David se lo juró. Luego Saúl volvió a su palacio, mientras David y sus hombres subieron al refugio.


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