Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





2 Samuel 18:22 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

22 Pero Ajimaz, hijo de Sadoc, insistió: —Pase lo que pase, déjame correr con el cusita. —Pero, muchacho —respondió Joab—, ¿para qué quieres ir? ¡Ni pienses que te van a dar una recompensa por la noticia!

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

22 Entonces Ahimaas hijo de Sadoc volvió a decir a Joab: Sea como fuere, yo correré ahora tras el etíope. Y Joab dijo: Hijo mío, ¿para qué has de correr tú, si no recibirás premio por las nuevas?

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

22 Pero Ahimaas continuó rogándole a Joab: —Pase lo que pase, por favor, deje también que yo vaya. —¿Para qué quieres ir, hijo mío? —le respondió Joab—. No habrá recompensa por las noticias.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

22 Ajimaas hijo de Sadoc retomó la palabra y dijo a Joab: 'No importa lo que pase. Yo también quiero correr tras ese cusita'. Joab le dijo: '¿Para qué vas a correr, hijo, si no obtendrás ninguna recompensa?'

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

22 Pero Ahimaas ben Sadoc, insistió de nuevo y dijo a Joab: Sea como sea, te ruego que me permitas que también yo corra tras el etíope. Y Joab dijo: ¿Para qué correrás hijo mío, si no habrá albricias° para ti?

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 Pero Ajimás, hijo de Sadoc, volvió a decir a Joab: 'Suceda lo que suceda, déjame que yo también vaya corriendo tras el cusita'. Joab le contestó: '¿Por qué te empeñas en ir tú, hijo mío, si, aunque vayas, no has de sacar provecho alguno por llevar la noticia?'.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

22 Entonces Ahimaas, hijo de Sadoc, volvió a decir a Joab: Sea lo que fuere, yo correré ahora tras Cusí. Y Joab dijo: Hijo mío, ¿para qué has de correr, si no tienes noticias listas?

Ver Capítulo Copiar




2 Samuel 18:22
6 Referencias Cruzadas  

Entonces Joab se dirigió a un soldado cusita y ordenó: —Ve tú y dile al rey lo que has visto. El cusita se postró ante Joab y salió corriendo.


—Pase lo que pase, quiero ir. —Anda, pues. Ajimaz salió corriendo por la llanura y se adelantó al cusita.


—¿Y está bien el joven Absalón? —preguntó el rey. Ajimaz respondió: —En el momento en que su siervo Joab me enviaba, vi que se armó un gran alboroto, pero no pude saber lo que pasaba.


—¿Y por qué quieres regresar a tu país? —preguntó el faraón—. ¿Acaso te falta algo aquí? —No —respondió Hadad—, ¡pero de todos modos déjeme ir!


Además, como estimaron que no valía la pena tomar en cuenta el conocimiento de Dios, él a su vez los entregó a la depravación mental, para que hicieran lo que no debían hacer.


Tampoco debe haber palabras indecentes, conversaciones necias ni chistes groseros, todo lo cual está fuera de lugar; haya más bien acción de gracias.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos