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2 Samuel 11:15 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

15 La carta decía: «Pongan a Urías al frente de la batalla, donde la lucha sea más dura. Luego déjenlo solo para que lo hieran y lo maten».

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

15 Y escribió en la carta, diciendo: Poned a Urías al frente, en lo más recio de la batalla, y retiraos de él, para que sea herido y muera.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

15 La carta le daba las siguientes instrucciones a Joab: «Pon a Urías en las líneas del frente, donde la batalla sea más violenta. Luego retrocedan, para que lo maten».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 En la carta escribió esto: 'Coloca a Urías en lo más duro de la batalla, luego déjenlo solo para que lo ataquen y muera'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 Y en la carta escribió diciendo: Poned a Urías al frente, en lo más recio de la batalla, y retiraos de él, para que sea herido y muera.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 En ella había escrito: 'Colocad a Urías en vanguardia, donde sea más dura la lucha, y retiraos de él, para que sea herido y muera'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

15 Y escribió en la carta, diciendo: Poned a Urías al frente, en lo más duro de la batalla, y retiraos de él, para que sea herido y muera.

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2 Samuel 11:15
12 Referencias Cruzadas  

Por tanto, cuando Joab ya había sitiado la ciudad, puso a Urías donde sabía que estaban los defensores más aguerridos.


Los de la ciudad salieron para enfrentarse a Joab, y entre los oficiales de David que cayeron en batalla también perdió la vida Urías el hitita.


¿Por qué, entonces, despreciaste la palabra del Señor haciendo lo que le desagrada? ¡Asesinaste a Urías el hitita para apoderarte de su esposa! ¡Lo mataste con la espada de los amonitas!


Pues David había hecho lo que agrada al Señor y en toda su vida no había dejado de cumplir ninguno de los mandamientos del Señor, excepto en el caso de Urías el hitita.


Dios mío, Dios de mi salvación, líbrame de derramar sangre y mi lengua alabará tu justicia.


Contra ti he pecado, solo contra ti, y he hecho lo que es malo ante tus ojos; por eso, tu sentencia es justa y tu juicio, irreprochable.


Cuando no se ejecuta rápidamente la sentencia de un delito, el corazón del pueblo se llena de razones para hacer lo malo.


Nada hay tan engañoso como el corazón. No tiene remedio. ¿Quién puede comprenderlo?


¡Canten al Señor, alábenlo! Él libra a los pobres del poder de los malvados.


Un día Saúl dijo a David: —Aquí tienes a Merab, mi hija mayor. Te la entrego por esposa, con la condición de que me sirvas con valentía, peleando las batallas del Señor. Saúl pensaba: «Será mejor que no muera por mi mano, sino a mano de los filisteos».


y pensó: «Se la entregaré a él, como una trampa para que caiga en manos de los filisteos». Así que volvió a decirle a David: —Ahora sí vas a ser mi yerno.


Pero Saúl insistió: —Díganle a David: “Lo único que el rey quiere es vengarse de sus enemigos, y como dote por su hija pide cien prepucios de filisteos”. En realidad, lo que Saúl quería era que David cayera en manos de los filisteos.


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