Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





2 Corintios 8:7 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

7 Pero ustedes, así como sobresalen en todo —en fe, en palabras, en conocimiento, en dedicación y en su amor hacia nosotros—, procuren también sobresalir en esta gracia de dar.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

7 Por tanto, como en todo abundáis, en fe, en palabra, en ciencia, en toda solicitud, y en vuestro amor para con nosotros, abundad también en esta gracia.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Dado que ustedes sobresalen en tantas maneras —en su fe, sus oradores talentosos, su conocimiento, su entusiasmo y el amor que reciben de nosotros— quiero que también sobresalgan en este acto bondadoso de ofrendar.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Y ustedes que sobresalen en todo: en dones de fe, de palabra y de conocimiento, en entusiasmo, sin hablar del amor que me profesan, traten de sobresalir también en esta obra de generosidad.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

7 Por tanto, como en todo abundáis, en fe, en palabra, en conocimiento, en toda solicitud, y en vuestro amor para con nosotros; abundad también en esta gracia.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Así, del mismo modo que abundáis en todo: en fe y palabra y conocimiento e interés ilimitado, y en ese amor que de nosotros habéis recibido, abundad también en esta gracia.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

7 Por tanto, como en todo abundáis, en fe, y en palabra, y en ciencia, y en toda solicitud, y en vuestro amor para con nosotros, mirad que también abundéis en esta gracia.

Ver Capítulo Copiar




2 Corintios 8:7
25 Referencias Cruzadas  

Llegó también el que recibió dos mil monedas. “Señor —informó—, usted me encargó dos mil monedas. Mire, he ganado otras dos mil”.


Por mi parte, hermanos míos, estoy seguro de que ustedes mismos rebosan de bondad, abundan en conocimiento y están capacitados para instruirse unos a otros.


Unidos a Cristo ustedes se han llenado de toda riqueza, tanto en palabra como en conocimiento.


Todos fuimos bautizados por un solo Espíritu para constituir un solo cuerpo —ya seamos judíos o no, esclavos o libres—, y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.


A unos Dios da por el Espíritu palabra de sabiduría; a otros, por el mismo Espíritu, palabra de conocimiento;


Si tengo el don de profecía y entiendo todos los misterios; si poseo todo conocimiento, si tengo una fe que logra trasladar montañas, pero me falta el amor, no soy nada.


El amor jamás se extingue. Pero las profecías cesarán, las lenguas terminarán y el conocimiento se agotará.


Por eso ustedes, que desean dones espirituales, procuren que estos abunden para la edificación de la iglesia.


¿Quién te distingue de los demás? ¿Qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué presumes como si no te lo hubieran dado?


y no solo con su llegada, sino también con el consuelo que él había recibido de ustedes. Él nos habló del anhelo, de la profunda tristeza y de la honda preocupación que ustedes tienen por mí, lo cual me llenó de alegría.


De modo que rogamos a Tito que llevara a feliz término esta obra de gracia entre ustedes, puesto que ya la había comenzado.


Además, en las oraciones de ellos por ustedes, expresarán el afecto que les tienen por la sobreabundante gracia que ustedes han recibido de Dios.


Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para ustedes, de manera que siempre, en toda circunstancia, tengan todo lo necesario y toda buena obra abunde en ustedes.


Eviten toda conversación obscena. Por el contrario, que sus palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean de bendición para quienes escuchan.


llenos del fruto de justicia que se produce por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.


Esto es lo que pido en oración: que el amor de ustedes abunde cada vez más en conocimiento y en buen juicio.


Hermanos, siempre debemos dar gracias a Dios por ustedes, como es justo, porque su fe se acrecienta cada vez más y en cada uno de ustedes sigue abundando el amor hacia los otros.


Así que tú, hijo mío, fortalécete por la gracia que tenemos en Cristo Jesús.


Puesto que nosotros estamos recibiendo un reino inconmovible, seamos agradecidos. Inspirados por esta gratitud, adoremos a Dios como a él le agrada, con temor reverente,


Ahora que se han purificado obedeciendo a la verdad y tienen un amor sincero por sus hermanos, ámense de todo corazón los unos a los otros.


Más bien, crezcan en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¡A él sea la gloria ahora y para siempre! Amén.


Dices: “Soy rico, me he enriquecido y no me hace falta nada”; pero no te das cuenta de cuán infeliz y miserable, pobre, ciego y desnudo eres tú.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos