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1 Samuel 6:14 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

14 La carreta llegó hasta el campo de Josué de Bet Semes, donde había una gran piedra, y allí se detuvo. Entonces la gente del pueblo usó la madera de la carreta como leña y ofreció las vacas en holocausto al Señor.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

14 Y el carro vino al campo de Josué de Bet-semes, y paró allí donde había una gran piedra; y ellos cortaron la madera del carro, y ofrecieron las vacas en holocausto a Jehová.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 La carreta entró en el campo de un hombre llamado Josué y se detuvo junto a una roca grande. Entonces la gente hizo pedazos la madera de la carreta para leña, mató a las dos vacas y las sacrificó al Señor como ofrenda quemada.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 Cuando la carreta llegó al campo de Josué de Bet-Semés, se detuvo. Había allí una gran roca. Partieron la madera de la carreta y ofrecieron las vacas como holocausto a Yavé.

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 Y el carro llegó al campo de Josué betsemita, y se detuvo allí, donde había una gran piedra. Ellos entonces partieron la madera del carro, y ofrecieron las vacas en holocausto a YHVH.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 La carreta llegó hasta el campo de Josué, el de Bet Semes, y se detuvo allí. Había allí una gran piedra. Hicieron astillas las maderas de la carreta y ofrecieron las vacas en holocausto a Yahveh.

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1 Samuel 6:14
13 Referencias Cruzadas  

Ese mismo día, Gad volvió adonde estaba David y le dijo: «Sube y construye un altar para el Señor en el lugar donde Arauna el jebuseo limpia el trigo».


—Tome mi señor el rey lo que mejor le parezca y preséntelo como ofrenda. Aquí hay bueyes para el holocausto; hay también trillos y yuntas que puede usar como leña.


Allí construyó un altar al Señor y ofreció holocaustos y sacrificios de comunión. Entonces el Señor tuvo piedad del país y se detuvo la plaga que estaba afligiendo a Israel.


Eliseo lo dejó y regresó. Tomó su yunta de bueyes y los sacrificó. Quemó la madera de la yunta, asó la carne, se la dio al pueblo y ellos comieron. Luego partió para seguir a Elías y se puso a su servicio.


Háganme un altar de tierra y ofrézcanme sobre él sus holocaustos y sacrificios de comunión, sus ovejas y sus toros. Yo vendré al lugar donde les pida invocar mi nombre y los bendeciré.


Al día siguiente el pueblo se levantó de madrugada, construyó allí un altar, y presentaron holocaustos y sacrificios de comunión.


Luego, sobre la cima de este lugar de refugio, construye un altar apropiado para el Señor tu Dios. Toma entonces la leña del poste de Aserá que cortaste y ofrece el segundo novillo como un holocausto».


En esos momentos Saúl regresaba del campo arreando sus bueyes y preguntó: «¿Qué le pasa a la gente? ¿Por qué están llorando?». Entonces contaron lo que habían dicho los habitantes de Jabés.


Me dijo: “Por favor, déjame ir. Mi familia va a celebrar el sacrificio anual en nuestro pueblo, y mi hermano me ha ordenado que vaya. Hazme este favor, y permite que me dé una escapada para ver a mis hermanos”. Por eso es que David no se ha sentado a comer con Su Majestad.


Los habitantes de Bet Semes, que estaban en el valle cosechando el trigo, alzaron la vista y, al ver el arca, se llenaron de alegría.


Así mismo, el número de las ratas de oro correspondía al de las ciudades filisteas que pertenecían a los cinco jefes, tanto las ciudades fortificadas como las aldeas sin murallas. Y la gran piedra donde depositaron el arca del Señor permanece hasta el día de hoy, como testimonio, en el campo de Josué de Bet Semes.


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