Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





1 Samuel 30:8 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

8 David consultó al Señor: —¿Debo perseguir a esa banda de saqueadores? ¿Los voy a alcanzar? —Persíguelos —respondió el Señor—. Vas a alcanzarlos y rescatarás a los cautivos.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

8 Y David consultó a Jehová, diciendo: ¿Perseguiré a estos merodeadores? ¿Los podré alcanzar? Y él le dijo: Síguelos, porque ciertamente los alcanzarás, y de cierto librarás a los cautivos.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

8 y David le preguntó al Señor: —¿Debo perseguir a esta banda de saqueadores? ¿Los atraparé? Y el Señor le dijo: —Sí, persíguelos. Recuperarás todo lo que te han quitado.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

8 David consultó a Yavé: 'Tengo que perseguir a esa banda? ¿La alcanzaré?' La respuesta fue: 'Persíguelos, los alcanzarás y librarás a los cautivos'.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

8 Y David consultó a YHVH, preguntándole: ¿Perseguiré a esta banda? ¿Los podré alcanzar? Y Él le respondió: Persíguelos porque de seguro la alcanzarás, y sin duda los rescatarás.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Consultó David a Yahveh diciendo: '¿Salgo en persecución de esta horda? ¿Le daré alcance?'. Respondióle Yahveh: 'Persíguela; que ciertamente les darás alcance y rescatarás a los cautivos'.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

8 Y David consultó a Jehová, diciendo: ¿Seguiré esta tropa? ¿La podré alcanzar? Y Él le dijo: Síguela que de cierto la alcanzarás, y sin duda recobrarás todo.

Ver Capítulo Copiar




1 Samuel 30:8
21 Referencias Cruzadas  

Así recuperó todos los bienes y también rescató a su sobrino Lot, junto con sus posesiones, las mujeres y las demás personas.


Así que David consultó al Señor: —¿Debo atacar a los filisteos? ¿Los entregarás en mi poder? —Atácalos —respondió el Señor—; te aseguro que los entregaré en tus manos.


Así que David consultó al Señor y este respondió: —No los ataques de frente, sino rodéalos hasta llegar a los árboles de bálsamo y entonces atácalos por la retaguardia.


Invócame en el día de la angustia; yo te libraré y tú me honrarás».


Él me invocará y yo le responderé; estaré con él en momentos de angustia, lo libraré y lo llenaré de honores.


«Iré tras ellos y les daré alcance —alardeaba el enemigo—. Repartiré sus despojos hasta quedar hastiado. ¡Desenvainaré la espada y los destruiré con mi propia mano!».


Se presentará ante el sacerdote Eleazar, quien mediante el urim consultará al Señor. Cuando Josué ordene salir, la comunidad entera saldrá con él y, cuando le ordene volver, volverá.


Los israelitas subieron a Betel y consultaron a Dios. Le preguntaron: —¿Cuál de nosotros será el primero en combatir a los de la tribu de Benjamín? El Señor respondió: —Judá será el primero.


pues habían subido a llorar en presencia del Señor hasta el anochecer y le habían consultado: —¿Debemos subir y volver a luchar contra los de Benjamín, nuestros hermanos? Y el Señor les había contestado: —Suban contra ellos.


y Finés, hijo de Eleazar y nieto de Aarón, ministraba delante de ella. Preguntaron: —¿Debemos subir y volver a luchar contra los de Benjamín, nuestros hermanos, o nos retiramos? El Señor respondió: —Suban, porque mañana los entregaré en sus manos.


Gedeón y sus trescientos hombres agotados, pero persistiendo en la persecución, llegaron al Jordán y lo cruzaron.


de modo que volvieron a consultar al Señor: —¿Ha venido aquí ese hombre? —Sí —respondió el Señor—, pero se ha escondido entre el equipaje.


Saúl entonces preguntó a Dios: «¿Debo perseguir a los filisteos? ¿Los entregarás en manos de Israel?». Pero Dios no respondió aquel día.


consultó al Señor: —¿Debo ir a luchar contra los filisteos? —Ve —respondió el Señor—, lucha contra los filisteos y libera a Queilá.


David volvió a consultar al Señor y él respondió: —Ponte en camino y ve a Queilá, que voy a entregar en tus manos a los filisteos.


Por eso consultó al Señor, pero él no le respondió ni en sueños, ni por el urim ni por los profetas.


David pudo recobrar todo lo que los amalecitas se habían robado, y también rescató a sus dos esposas.


Nada les faltó del botín, ni grande ni pequeño, ni hijos ni hijas, ni ninguna otra cosa de lo que les habían quitado.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos