Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





1 Samuel 26:21 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

21 —¡He pecado! —exclamó Saúl—. Regresa, David, hijo mío. Ya no voy a hacerte daño. Tú has valorado hoy mi vida; yo, en cambio, he sido un necio y me he portado muy mal.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

21 Entonces dijo Saúl: He pecado; vuélvete, hijo mío David, que ningún mal te haré más, porque mi vida ha sido estimada preciosa hoy a tus ojos. He aquí yo he hecho neciamente, y he errado en gran manera.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

21 Entonces Saúl confesó: —He pecado. Hijo mío, vuelve a casa, y ya no trataré de hacerte daño, porque hoy has valorado mi vida. He sido un tonto, y he estado muy, pero muy equivocado.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

21 Saúl le respondió: '¡Pequé! Vuelve, hijo mío David, ya no te haré mal. ¡Tú me respetaste hoy la vida, y yo me he comportado como un tonto, he cometido un gran pecado!'

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

21 Entonces dijo Saúl: ¡He pecado! Regresa, hijo mío David, que ya no te haré ningún mal, puesto que hoy mi vida ha sido de estima ante tus ojos. He aquí he actuado neciamente, y errado en gran manera.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

21 Respondió Saúl: 'He pecado. Vuélvete, hijo mío, David, pues no te volveré a hacer mal, ya que mi vida ha sido hoy preciosa a tus ojos. He obrado como un insensato y me he engañado por completo'.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

21 Entonces dijo Saúl: He pecado: vuélvete, hijo mío David, que ningún mal te haré más, pues que mi alma ha sido preciosa hoy en tus ojos. He aquí, yo he obrado neciamente, y he errado en gran manera.

Ver Capítulo Copiar




1 Samuel 26:21
16 Referencias Cruzadas  

Por tercera vez el rey envió a un capitán con otros cincuenta soldados. Cuando este llegó hasta donde estaba Elías, se puso de rodillas delante de él y le imploró: —Hombre de Dios, le ruego que respete mi vida y la de estos cincuenta servidores suyos.


Sé bien que cayó fuego del cielo y consumió a los dos primeros capitanes y a sus soldados. Por eso le pido ahora que respete mi vida.


Mucho valor tiene a los ojos del Señor la muerte de sus fieles.


Tal rescate es muy costoso; ningún pago es suficiente


Los librará de la opresión y la violencia, porque considera valiosa su vida.


Entonces el faraón mandó llamar a Moisés y a Aarón para decirles: —Esta vez reconozco mi pecado. El Señor ha actuado con justicia, mientras yo y también mi pueblo hemos actuado mal.


Balán dijo al ángel del Señor: —He pecado. No me di cuenta de tu presencia en el camino para cerrarme el paso. Ahora bien, como esto te parece mal, voy a regresar.


—He pecado —dijo—, porque he entregado a la muerte a un inocente. —¿Y eso a nosotros qué nos importa? —respondieron—. ¡Allá tú!


—¡Te has portado como un necio! —respondió Samuel—. No has cumplido el mandamiento que te dio el Señor tu Dios. El Señor habría establecido tu reino sobre Israel para siempre,


—¡He pecado! —admitió Saúl—. He desobedecido la orden del Señor y tus instrucciones. Los soldados me intimidaron y les hice caso.


—¡He pecado! —respondió Saúl—. Pero te pido que por ahora me sigas reconociendo ante los jefes de mi pueblo y ante todo Israel. Regresa conmigo para que yo adore al Señor tu Dios.


Además, cada vez que los comandantes filisteos salían a campaña, David los enfrentaba con más éxito que los otros oficiales de Saúl. Por eso llegó a ser muy famoso.


—Has actuado mejor que yo —continuó Saúl—. Me has devuelto bien por mal.


David respondió: —Su Majestad, aquí está su lanza. Mande usted a uno de sus criados a recogerla.


Sin embargo, así como hoy valoré la vida de usted, quiera el Señor valorar mi propia vida y librarme de toda angustia.


En efecto, cuando Saúl se enteró de que David había huido a Gat, dejó de perseguirlo.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos