Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





1 Samuel 18:8 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

8 Disgustado por lo que decían, Saúl se enfureció y protestó: «A David le dan crédito por diez miles, pero a mí por miles. ¡Lo único que falta es que le den el reino!».

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

8 Y se enojó Saúl en gran manera, y le desagradó este dicho, y dijo: A David dieron diez miles, y a mí miles; no le falta más que el reino.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Esto hizo que Saúl se enojara mucho. «¿Qué es esto? —dijo—. Le dan crédito a David por diez miles y a mí solamente por miles. ¡Solo falta que lo hagan su rey!».

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Eso le disgustó mucho a Saúl quien se enojó. Se dijo: 'Le han dado diez mil a David y a mí sólo mil, no le falta más que la realeza'.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

8 Y Saúl se indignó en gran manera, pues ese dicho le pareció malo ante sus ojos, y dijo: A David le dan diez miles y a mí me dan miles. ¡No le falta sino el reino!

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Se irritó Saúl sobremanera y le disgustaron profundamente tales palabras, pues decía: 'A David le dan diez mil, a mí sólo mil; ya sólo le falta el reino'.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

8 Y se enojó Saúl en gran manera, y le desagradó este dicho, y dijo: A David dieron diez miles, y a mí miles; no le falta más que el reino.

Ver Capítulo Copiar




1 Samuel 18:8
16 Referencias Cruzadas  

Sus hermanos le tenían envidia, pero su padre meditaba en todo esto.


Sus hermanos replicaron: —¿De veras crees que vas a reinar sobre nosotros y que nos vas a gobernar? Y lo odiaron aún más por los sueños que él contaba.


—Pero ¿cómo puedes pedirme semejante cosa? —respondió el rey a su madre—. Es mi hermano mayor, y cuenta con el apoyo del sacerdote Abiatar y de Joab, hijo de Sarvia. ¡Realmente me estás pidiendo que le ceda el trono!


Cuando Amán se dio cuenta de que Mardoqueo no se postraba ante él ni le rendía homenaje, se enfureció.


El orgullo solo genera contiendas, pero la sabiduría está con quienes oyen consejos.


Cruel es la furia y arrolladora la ira, pero ¿quién puede enfrentarse a los celos?


Vi, además, que tanto el afán como el éxito en la vida despiertan envidias. Y también esto es vanidad; ¡es correr tras el viento!


Aconteció que el pueblo se quejó de las dificultades que estaba sufriendo. Al oírlos el Señor, ardió en ira y su fuego consumió los alrededores del campamento.


Balán dijo al ángel del Señor: —He pecado. No me di cuenta de tu presencia en el camino para cerrarme el paso. Ahora bien, como esto te parece mal, voy a regresar.


¿O creen que la Escritura dice en vano que Dios ama celosamente al espíritu que hizo morar en nosotros?


pero ahora te digo que tu reino no permanecerá. El Señor ya está buscando un hombre conforme a su corazón y lo ha designado gobernante de su pueblo, pues tú no has obedecido.


Entonces Samuel dijo: —Hoy mismo el Señor ha arrancado de tus manos el reino de Israel y se lo ha entregado a otro más digno que tú.


Samuel tomó el cuerno de aceite y ungió al joven en presencia de sus hermanos. Entonces el Espíritu del Señor vino con poder sobre David, y desde ese día estuvo con él. Luego Samuel regresó a Ramá.


Y a partir de esa ocasión, Saúl empezó a mirar a David con recelo.


Saúl ordenó a su hijo Jonatán y a todos sus funcionarios que mataran a David. Pero, como Jonatán le tenía tanto afecto a David,


Mientras el hijo de Isaí viva en esta tierra, ¡ni tú ni tu reino estarán seguros! Así que manda a buscarlo y tráemelo, pues está condenado a morir.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos