1 Corintios 4:12 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

¹² Con estas manos trabajamos duro. Si nos maldicen, bendecimos; si nos persiguen, lo soportamos;

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

¹² Nos fatigamos trabajando con nuestras propias manos; nos maldicen, y bendecimos; padecemos persecución, y la soportamos.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹² Nos cansamos trabajando con nuestras manos para ganarnos la vida. Bendecimos a los que nos maldicen. Somos pacientes con los que nos maltratan.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹² Nos cansamos trabajando con nuestras manos. Si nos insultan, bendecimos; nos persiguen y lo soportamos todo.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹² nos fatigamos trabajando con nuestras propias manos;° siendo maldecidos, bendecimos; siendo perseguidos, soportamos;

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹² Nos fatigamos trabajando con nuestras propias manos. Si nos insultan, bendecimos; si nos persiguen lo soportamos;

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¹² Y trabajamos, obrando con nuestras manos; siendo maldecidos, bendecimos; siendo perseguidos, lo sufrimos;

1 Corintios 4:12 Referencias Cruzadas

Mateo 5:11

»Dichosos serán ustedes cuando por mi causa la gente los insulte, los persiga y levante contra ustedes toda clase de calumnias.

Mateo 5:44

Pero yo digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen,

Lucas 23:34

—Padre —dijo Jesús—, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Mientras tanto, echaban suertes para repartirse entre sí la ropa de Jesús.

Lucas 6:28

bendigan a quienes los maldicen y oren por quienes los maltratan.

Juan 15:20

Recuerden lo que les dije: “Ningún siervo es más que su amo”. Si a mí me han perseguido, también a ustedes los perseguirán. Si han obedecido mis palabras, también obedecerán las de ustedes.

Hechos 18:3

y, como hacía tiendas de campaña al igual que ellos, se quedó para que trabajaran juntos.

Hechos 20:34

Ustedes mismos saben bien que estas manos se han ocupado de mis propias necesidades y de las de mis compañeros.

Hechos 7:60

Luego cayó de rodillas y gritó: —¡Señor, no les tomes en cuenta este pecado! Cuando hubo dicho esto, murió.

Romanos 12:14

Bendigan a quienes los persigan; bendigan y no maldigan.

Romanos 12:20

Antes bien, «Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Actuando así, harás que se avergüence de su conducta».

Romanos 8:35

¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación o la angustia, la persecución, el hambre, la desnudez, el peligro o la espada?

1 Corintios 9:6

¿O es que solo Bernabé y yo estamos obligados a ganarnos la vida con otros trabajos?

2 Corintios 11:8

De hecho, despojé a otras iglesias al recibir de ellas ayuda para servirles a ustedes.

Efesios 4:28

El que robaba, que no robe más, sino que trabaje honradamente con las manos para tener qué compartir con los necesitados.

1 Tesalonicenses 2:9

Recordarán, hermanos, nuestros esfuerzos y fatigas para proclamarles el evangelio de Dios y cómo trabajamos día y noche para no serles una carga.

2 Tesalonicenses 3:8

ni comimos el pan de nadie sin pagarlo. Al contrario, día y noche trabajamos arduamente y sin descanso para no ser una carga a ninguno de ustedes.

1 Timoteo 4:10

En efecto, si trabajamos y nos esforzamos es porque hemos puesto nuestra esperanza en el Dios viviente, que es el Salvador de todos, especialmente de los que creen.

1 Pedro 2:23

Cuando proferían insultos contra él, no replicaba con insultos; cuando padecía, no amenazaba, sino que confiaba en aquel que juzga con justicia.

1 Pedro 3:14

¡Dichosos si sufren por causa de la justicia! «No teman lo que ellos temen ni se dejen asustar».

1 Pedro 3:9

No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien, bendigan, porque para esto fueron llamados, para heredar una bendición.

1 Pedro 4:19

Así pues, los que sufren según la voluntad de Dios, confíen en su fiel Creador y sigan practicando el bien.

Judas 1:9

Ni siquiera el arcángel Miguel, cuando argumentaba con el diablo disputándole el cuerpo de Moisés, se atrevió a pronunciar contra él un juicio de maldición, sino que dijo: «¡Que el Señor te reprenda!».