Lucas 6:25 - Biblia Martin Nieto

²⁵ ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis hartos, porque tendréis hambre! ¡Ay de vosotros, los que ahora reís, porque gemiréis y lloraréis!

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

²⁵ ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados! porque tendréis hambre. ¡Ay de vosotros, los que ahora reís! porque lamentaréis y lloraréis.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁵ Qué aflicción les espera a ustedes, los que ahora están gordos y prósperos, porque tienen un horrible tiempo de hambre por delante. Qué aflicción les espera a ustedes, los que ahora se ríen, porque su risa se convertirá en luto y dolor.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁵ ¡Pobres de ustedes los que ahora están satisfechos, porque después tendrán hambre! ¡Pobres de ustedes los que ahora ríen, porque van a llorar de pena!

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁵ ¡Ay de vosotros, los que estáis saciados ahora, porque tendréis hambre! ¡Ay de los que ahora reís, porque lamentaréis y lloraréis!

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁵ ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis repletos, porque tendréis hambre! ¡Ay de los que ahora reís, porque gemiréis y lloraréis!

Lucas 6:25 Referencias Cruzadas

Salmos 49:19

Aunque en vida se felicitaba: 'Te alaban porque has hecho fortuna',

Proverbios 14:13

Aun en la risa encuentra el corazón sufrimiento, y la alegría acaba en duelo.

Proverbios 30:9

no sea que, saciado, reniegue de ti y diga: '¿Quién es el Señor?'; o que, siendo pobre, robe y profane el nombre de mi Dios.

Eclesiastés 2:2

De la risa dije: 'Locura'; y de la alegría: '¿Para qué sirve?'.

Eclesiastés 7:3

Mejor es la tristeza que la risa, porque un rostro triste hace bien al corazón.

Eclesiastés 7:6

Como el crujir de las zarzas en el fuego, así es la risa de los necios. También esto es vanidad.

Isaías 28:7

También éstos se tambalean por el vino, y desatinan por los licores. Sacerdotes y profetas se tambalean por los licores, y el vino los domina: los licores les hacen desatinar, se tambalean como si tuvieran visiones, titubean al pronunciar sentencia.

Isaías 65:13

Por eso, esto dice el Señor Dios: Mis siervos comerán, mientras vosotros padeceréis hambre; mis siervos beberán, mientras vosotros padeceréis sed; mis siervos se alegrarán, mientras vosotros sufriréis vergüenza;

Isaías 8:21

Y vagará por el país, abatido y hambriento; por el hambre se desesperará y maldecirá a su rey y a su Dios. Levantará sus ojos a lo alto,

Isaías 9:20

Manasés a Efraín, Efraín a Manasés, y ambos a dos se lanzan contra Judá. Pero con todo no ha amainado su cólera, su brazo aún está extendido.

Amós 8:10

Cambiaré en duelo vuestras fiestas y en lamentos todos vuestros cánticos; cubriré de saco todos vuestros lomos y toda cabeza de calvicie; haré de este duelo un duelo de hijo único, y su final será como día de amargura.

Nahum 1:10

porque ellos son como espinos enmarañados; como borrachos en su borrachera, como paja seca serán enteramente consumidos.

Lucas 12:20

Pero Dios le dijo: ¡Insensato, esta misma noche morirás!; ¿para quién será lo que has acaparado?

Lucas 13:28

Allí será el llanto y el rechinar de dientes cuando veáis a Abrahán, a Isaac y a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, mientras que vosotros sois echados fuera.

Lucas 6:24

'Pero ¡ay de vosotros, los ricos, porque ya tenéis vuestra consolación!

Lucas 6:26

¡Ay de vosotros cuando os alaben todos los hombres! Así alababan sus padres a los falsos profetas'.

Lucas 8:53

Y se reían de él, porque sabían que estaba muerta.

Efesios 5:4

ni palabras torpes, groserías o bajezas, cosas que no están bien; por el contrario, alabad a Dios.

1 Tesalonicenses 5:3

Andarán diciendo: 'Todo es paz y seguridad'; y entonces, de improviso, les sorprenderá la perdición, como los dolores del parto a la mujer encinta, y no podrán escapar.

Santiago 4:9

que vuestra risa se convierta en llanto y vuestra alegría en tristeza.

Apocalipsis 3:17

Estás diciendo: Yo soy rico, yo me he enriquecido, a mí no me falta nada; y no sabes que eres desdichado, miserable, pobre, ciego y desnudo.

1 Samuel 2:5

Los hartos se contratan por un poco de pan, mientras que los hambrientos ya no se fatigan. La mujer estéril tiene siete hijos, y la madre fecunda se marchita.