23 (24) ¡Haz que se les nublen los ojos para que no puedan ver! ¡Haz que se queden sin fuerzas!
Sean oscurecidos sus ojos para que no vean, Y haz temblar continuamente sus lomos.
Que sus ojos queden ciegos para que no puedan ver, y haz que sus cuerpos tiemblen continuamente.
Que pierdan la vista y queden a ciegas, que siempre caminen encorvados.
Sean oscurecidos sus ojos para que no vean, Y haz que sus lomos tiemblen continuamente.
Que su mesa servida se torne trampa y lazo, sus banquetes sagrados, en celada.