Salmos 57:1 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

¹ 1 (2) ¡Ten compasión de mí, Dios mío! ¡Ten compasión de mí, porque en ti busco protección! ¡Quiero que me protejas bajo la sombra de tus alas hasta que pase el peligro!

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

¹ Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí; Porque en ti ha confiado mi alma, Y en la sombra de tus alas me ampararé Hasta que pasen los quebrantos.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹ ¡Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia! En ti busco protección. Me esconderé bajo la sombra de tus alas hasta que haya pasado el peligro.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹ Piedad de mí, oh Dios, piedad de mí, pues en ti se refugia el alma mía; a la sombra de tus alas me cobijo hasta que haya pasado la tormenta.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹ Al director del coro. Sobre Al Tashjet.° Mictam de David, en la cueva, cuando huía de Saúl. Ten misericordia de mí, oh’ Elohim, Ten misericordia de mí, Porque en ti ha confiado mi alma, y a la sombra de tus alas me refugio hasta que pase la calamidad.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹ Del director. 'No destruyas'. De David. Miktam. En la cueva, huyendo de Saúl.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¹ Al Músico principal: sobre No destruyas: Mictam de David, cuando huyó de delante de Saúl a la cueva Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí; porque en ti ha confiado mi alma, y en la sombra de tus alas me refugiaré, hasta que pasen estos quebrantos.

Salmos 57:1 Referencias Cruzadas

Salmos 125:1

1 (1b) Los que confían en Dios son como el monte Sión, que nadie puede moverlo. ¡Permanecerán para siempre!

Salmos 13:5

5-6 (6-7) Pero yo, Dios mío, confío en tu gran amor y me lleno de alegría porque me salvaste. ¡Voy a cantarte himnos porque has sido bueno conmigo!

Salmos 142:1

1 (2) Mi Dios, a ti elevo mi voz para pedirte ayuda; a ti elevo mi voz para pedirte compasión.

Salmos 2:12

Adoren a Dios, para que no se enoje, pues fácilmente se enfurece, y podría quitarles la vida. ¡Dios bendice a todos los que en él confían!

Salmos 36:7

7 (8) Dios mío, ¡tu amor es incomparable! Bajo tu sombra protectora todos hallamos refugio.

Salmos 56:1

1 (2) Dios mío, ten compasión de mí, pues hay quienes me persiguen. A toda hora me atacan y me atormentan.

Salmos 58:1

1 (2) Yo les pregunto, gobernantes, ¿de veras actúan con justicia? Y ustedes, hombres mortales, ¿son justos en sus juicios?

Salmos 59:1

1 (2) Dios mío, sálvame de mis enemigos; protégeme de los que me atacan.

Salmos 61:4

4 (5) Quiero pasar toda mi vida viviendo en tu santuario, bajo tu protección.

Salmos 63:7

7 (8) ¡Tú eres quien me ayuda! ¡Soy feliz bajo tu protección!

Salmos 75:1

1 (2) ¡Gracias, nuestro Dios! Hablamos de tus maravillas, pues estás cerca de nosotros.

Salmos 91:1

Vivamos bajo el cuidado del Dios altísimo; pasemos la noche bajo la protección del Dios todopoderoso.

Salmos 91:4

solo bajo su protección podemos vivir tranquilos, pues nunca deja de cuidarnos.

Salmos 91:9

El Dios altísimo es nuestro refugio y protección.

Isaías 10:25

Pero dentro de poco tiempo dejaré de estar enojado contigo. Mi enojo será contra los asirios, a quienes destruiré por completo.

Isaías 26:20

»¡Vamos, pueblo mío, entra ya en tu ciudad! Cierra los portones y espera a que Dios calme su enojo.

Isaías 50:10

»Ninguno de ustedes teme a Dios ni obedece la voz de su fiel servidor. Caminan en la oscuridad, sin un rayo de luz, no confían en el único Dios.

Mateo 24:22

Dios ama a quienes él ha elegido, y por eso el tiempo de sufrimiento no será muy largo. Si no fuera así, todos morirían.

Lucas 13:34

»¡Habitantes de Jerusalén! ¡Ustedes matan a los profetas y a los mensajeros que Dios les envía! Muchas veces quise protegerlos a ustedes, como la gallina que cuida a sus pollitos debajo de sus alas, pero ustedes no me dejaron.

Juan 16:20

Les aseguro que ustedes se pondrán muy tristes y llorarán; en cambio, la gente que solo piensa en las cosas del mundo se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero luego se llenarán de alegría.

Apocalipsis 21:4

Él secará sus lágrimas, y no morirán jamás. Tampoco volverán a llorar, ni a lamentarse, ni sentirán ningún dolor, porque lo que antes existía ha dejado de existir.»

Apocalipsis 7:14

Yo le respondí: —Señor, usted lo sabe. Y él me dijo: —Son los que no murieron durante el tiempo de gran sufrimiento que hubo en la tierra. Ellos confiaron en Dios, y él les perdonó sus pecados por medio de la muerte del Cordero.

Rut 2:12

¡Que Dios te premie por todo lo que has hecho! ¡Que el Dios de Israel, en quien ahora buscas protección, te haga mucho bien!

1 Samuel 22:1

De Gat, David se fue a la cueva que está en Adulam. Cuando sus hermanos y familiares lo supieron, fueron a verlo.

1 Samuel 24:3

3 (4) Llegó a un lugar donde había una cueva. Allí los pastores acostumbraban encerrar sus ovejas, y allí también estaban escondidos David y su gente. Saúl entró en la cueva para hacer sus necesidades.

1 Samuel 24:4

4-7 (5-8) Entonces los hombres de David le dijeron: —¿Te acuerdas que Dios te prometió que te vengarías de tu enemigo, y que le harías lo que quisieras? Pues bien, ¡ahora es cuando debes hacerlo! Pero David les respondió: —¡Que Dios me libre de hacerle algo a mi señor el rey! ¡Nunca le haré daño, pues Dios mismo lo eligió como rey! ¡Sobre su cabeza se derramó aceite, como señal de la elección de Dios! Y aunque David les prohibió a sus hombres atacar a Saúl, él mismo se acercó en silencio a donde estaba Saúl, y cortó un pedazo de la orilla de su manto. Sin embargo, más tarde pensó que no debía haberlo hecho. En cuanto Saúl terminó, se levantó y salió de la cueva para seguir su camino.

1 Samuel 24:8

8 (9) Pero cuando ya se alejaba, David salió de la cueva y le gritó: —¡Mi señor y rey! Cuando Saúl miró hacia atrás, David se inclinó de cara al suelo,

1 Samuel 26:9

—¡No lo mates! —respondió David—. ¡Y que Dios me libre de matar a quien él mismo eligió para ser rey! Dios no dejará sin castigo a quien le haga daño al rey que él mismo ha elegido. »Ya le llegará su hora. Estoy seguro de que Dios mismo le quitará la vida, y morirá de muerte natural o lo matarán en batalla. Mejor toma su lanza y su jarra de agua, y vámonos de aquí.