Dios mío, tú, con tu lluvia, riegas desde el cielo las montañas; tu bondad satisface a la tierra.
Él riega los montes desde sus aposentos; Del fruto de sus obras se sacia la tierra.
Desde tu hogar celestial, envías lluvia sobre las montañas y colmas la tierra con el fruto de tus obras.
De lo alto de tus moradas riegas los montes, sacias la tierra del fruto de tus obras;'
El que da de beber a los montes desde sus aposentos, Del fruto de tus obras está saciada la tierra.
Tú eres el que riega desde las altas cámaras los montes: del fruto de tus obras se satura la tierra.