Querido jovencito, aprende a tomar buenas decisiones y piensa bien lo que haces.
Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos; Guarda la ley y el consejo,
Hijo mío, no pierdas de vista el sentido común ni el discernimiento. Aférrate a ellos,
Actúa siempre, hijo mío, con prudencia y reflexión: es algo que no debes olvidar.
Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos, Guarda la prudencia y el discernimiento,
Hijo mío, ten prudencia y reflexión: que no se aparten de tus ojos;