Aunque el rico se crea muy sabio, el pobre con su inteligencia se da cuenta que el rico no es más que un tonto.
El hombre rico es sabio en su propia opinión; Mas el pobre entendido lo escudriña.
Los ricos se creen sabios, pero no pueden engañar a un pobre que tiene discernimiento.
El hombre rico piensa que es sabio, pero el pobre de buen criterio sabe lo que aquél vale.
El hombre rico es sabio en su propia opinión, Pero el pobre que es inteligente lo escudriña.
El rico se hace la ilusión de que es sabio, pero el hombre inteligente lo desenmascara.