Al hombre honrado, Dios lo bendice; al malvado, la violencia lo domina.
Hay bendiciones sobre la cabeza del justo; Pero violencia cubrirá la boca de los impíos.
Los justos se llenan de bendiciones; las palabras de los perversos encubren intenciones violentas.
Las bendiciones descenderán sobre la cabeza del justo, pero los gritos de los malvados quedarán ahogados.
Hay bendiciones sobre la cabeza del justo, Pero la boca de los malvados oculta violencia.
Bendiciones vienen sobre la cabeza del justo; la boca de los malos encubre violencia.