Miqueas 5:10 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

¹⁰ 10 (5.9) Dios dijo a su pueblo: «Cuando llegue ese día, mataré a todos tus caballos y destruiré tus carros de guerra.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

¹⁰ Acontecerá en aquel día, dice Jehová, que haré matar tus caballos de en medio de ti, y haré destruir tus carros.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁰ «En aquel día —dice el Señor— mataré a tus caballos y destruiré tus carros de guerra.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁰ borraré de tu suelo las ciudades y demoleré todas tus fortalezas,

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁰ Aquel día, dice YHVH, Haré cortar tu caballería dentro de ti, Y haré destruir tus carros.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁰ aniquilaré las ciudades de tu país y arrasaré todas tus fortalezas;

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¹⁰ Y acontecerá en aquel día, dice Jehová, que exterminaré tus caballos de en medio de ti, y destruiré tus carros.

Miqueas 5:10 Referencias Cruzadas

Isaías 2:7

Por eso se ha llenado de oro y plata; son muchos sus tesoros. »Israel se ha convertido en gran potencia militar, pues tiene muchos caballos y numerosos carros de guerra.

Jeremías 3:23

De nada nos sirve ir a las colinas, ni lanzar nuestros gritos en las montañas. Solamente en ti, Dios nuestro, hallaremos nuestra salvación.

Oseas 1:7

Solo tendré compasión de los habitantes del reino de Judá. Yo mismo los salvaré, y para eso no necesito ejércitos ni armas de guerra».

Oseas 14:3

3 (4) Asiria no puede salvarnos, ni con todos sus carros de guerra, así que no volveremos a adorar a dioses que hemos fabricado. Solo en ti, Dios nuestro, encuentra el huérfano ternura”».

Hageo 2:22

Voy a acabar con el poder de los reyes; pondré fin a su reinado, destruiré sus carros de guerra y sus caballos, y los jinetes se matarán unos a otros.

Zacarías 9:10

Destruirá todas las armas de guerra y en todo Israel destruirá los ejércitos; anunciará la paz en todas las naciones, y dominará de mar a mar, ¡del río Éufrates al fin del mundo!

Deuteronomio 17:16

»El rey que haya sido nombrado no deberá comprar grandes cantidades de caballos, ni mucho menos ir a conseguirlos en Egipto, porque Dios nos prohibió volver a ese país.