Luego Jesús le dijo al hombre que no podía mover la mano: «Extiende tu mano». El hombre la extendió, y la mano le quedó tan sana como la otra.
Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y le fue restaurada sana como la otra.
Después le dijo al hombre: «Extiende la mano». Entonces el hombre la extendió, y la mano quedó restaurada, ¡igual que la otra!
Dijo entonces al enfermo: 'Extiende tu mano. La extendió y le quedó tan sana como la otra.
Y dijo al hombre: Extiende tu mano. Y la extendió y fue restaurada sana como la otra.
Y le dijo a aquel hombre: 'Extiende tu mano'. Él la extendió, y se le quedó tan sana como la otra.